En los últimos años, la movilidad eléctrica ha dado pasos de gigante. No hace tantos años, ver un vehículo 100% eléctrico por la calle era un hecho excepcional. Los fabricantes, además, tenían en su portfolio una amplia oferta de vehículos con sistemas de propulsión muy diversos. Con el tiempo, cruzarse con un vehículo eléctrico se ha convertido en una cosa muy cotidiana mientras los constructores han hecho una clara apuesta por esta propulsión.
Por su parte, son muchos los países a escala global que están incentivando esta transición hacia el futuro verde; en consecuencia, los vehículos eléctricos e híbridos ya son normales en las carreteras de los Países Bajos o Noruega, donde 8 de cada 10 coches en venta son eléctricos. En España, el impacto de ventas de coches eléctricos ha aumentado en un 65% de 2020 a 2021, según datos de AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrolla e Impulso del Vehículo Eléctrico).
Este incremento de las ventas también está comportando que los fabricantes vayan aumentando su oferta de vehículos eléctricos: tanto en lo que se refiere a los modelos como a la mejora de la autonomía de sus baterías. Precisamente gracias a esa mejora, la ansiedad relacionada con la autonomía de los vehículos eléctricos va disminuyendo, y pronto podremos únicamente centrarnos en la imperiosa necesidad de una red de recarga pública fiable, tan extensa como el entramado de vías públicas que disponemos.
Con esta clave en mente, las soluciones de recarga pública se tornan indispensables. En el futuro cualquier viaje de corta o larga distancia será posible con cualquier coche eléctrico, como ya lo es hoy en día para los coches Tesla en Estados Unidos y Europa occidental con una autonomía ilimitada, gracias a la red de «supercargadores» instalados por la compañía tecnológica.
Desde Wallbox llevamos años trabajando en esta tecnología, con nuestro cargador rápido de coches eléctricos Supernova, que cuenta con una eficiencia y fiabilidad de vanguardia, ideal para la carga pública en ubicaciones urbanas e interurbanas, así como estacionamientos semi públicos, como supermercados, centros comerciales o restaurantes de carretera.
Las estaciones de carga para las baterías de los vehículos son un nuevo requisito indispensable; así, el usuario podrá verse atraído y satisfecho con un servicio completo que le permitirá tener su vehículo totalmente recargado, y su transición hacia la movilidad eléctrica será cómoda y fiable.
Ya en 2019, el gobierno noruego puso en marcha una inversión de 1.125 millones de euros para la actualización de su red pública de recarga, evidenciando la importancia y necesidad de aumentar el número de cargadores en las carreteras del país. No obstante, en España aún estamos a la cola, siendo uno de los países europeos con menos infraestructura de carga de coches eléctricos, según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles.
El Supernova, que permite conseguir 100km de autonomía en tan solo 15 minutos, da respuesta a esta necesidad de crear una buena red pública de recarga. Además, este cargador super rápido cuenta con un diseño optimizado y una configuración modular que lo convierte en una solución de recarga ventajosa en términos de infraestructura y recursos necesarios para su instalación y mantenimiento.
El producto, lo tenemos. Ahora lo que hace falta es que la administración pública, los proveedores de energía y los fabricantes de vehículos trabajemos conjuntamente para conseguir crear esta red de cargadores públicos, ya que solo así conseguiremos dar el impulso definitivo a la movilidad de cero emisiones a la vez que cumplimos con los objetivos sostenibles de la Unión Europea, marcados por la Agenda 2030, y que abogan por la reducción de, al menos, un 55% de emisiones de gases invernadero, y la utilización de un 32% de energías renovables.