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martes 25 de abril de 2023
Opinión: Los beneficios de instalar puntos de recarga domésticos
Íñigo Oraa Ingeniero de Operaciones, Tecnología y Comercial de Ecity Charge.
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Con el auge de los vehículos híbridos enchufables (PHEV) o 100% eléctricos (BEV), se crea un nuevo panorama en la relación de los conductores con sus vehículos. Sin duda, mucho más sencilla y, a todas luces, más sostenible por ser más eficiente el consumo de la energía eléctrica frente a la quema de combustibles fósiles, que nunca recuperaremos, y ser por tanto el aprovechamiento de la energía generada con medios renovables un proceso mucho más reversible.

Con una correcta instalación de un punto de recarga en una vivienda, acorde por tanto al REBT-ITC-52, el usuario será capaz de usar su contrato de suministro de potencia de una manera ciertamente óptima. El balanceo de potencia o Power Boost, permite al usuario del punto de recarga ajustar el consumo durante la recarga a la potencia contratada con la compañía comercializadora de energía.

A final de mes, el usuario tendrá una única factura de luz donde antes tenía por un lado una factura de luz de la vivienda y otra de factura de gasolina o de gasóleo del coche. No va a necesitar un alta nueva, con un nuevo alquiler de contador de compañía para tener su vehículo lleno de energía ni va a tener por tanto que pasar por una gasolinera en los desplazamientos diarios.

Es necesario que esta especialización vaya de la mano de una agilización de los trámites requeridos para acceder a las importantes subvenciones existentes como, a nivel nacional el programa Moves III del IDAE o, por ejemplo, a nivel autonómico, el programa Cambia 360 de la Comunidad Autónoma de Madrid.

Los efectos de la instalación de puntos de recarga domésticos se podrían resumir en:

  • Aprovechamiento eficiente de la potencia disponible con ajuste a la potencia contratada (balanceo de carga).
  • Ahorro de tiempo y logística del desplazamiento para el abastecimiento de energía.
  • Compartimiento de la energía. La potencia disponible en un cargador de un garaje comunitario la podemos compartir con otros usuarios de coche eléctrico.
  • En un futuro próximo, el coche podrá funcionar como batería para abastecer de energía a la vivienda, de manera que, por ejemplo, en viviendas con paneles solares se puede recargar el coche durante el día haciendo uso de los paneles únicamente y, en momentos de menor cantidad de luz natural, la vivienda se pueda abastecer de la batería del coche en el sistema V2H (de las siglas del inglés, del vehículo a la casa). Incluso, en momentos en que en la vivienda no haya un gran consumo, se podría volcar la energía directamente a la red eléctrica en el sistema V2G (de las siglas del inglés, Vehicle To Grid).
  • Transportar la energía de, por ejemplo, la vivienda, al centro de trabajo o viceversa, siendo de esta manera el vehículo, como función adicional, un sistema de transporte de energía.
  • Recargar la batería del vehículo en ubicaciones remotas y/o aisladas de la red como puede ser una central fotovoltaica de autoconsumo, una pequeña central hidroeléctrica, un aerogenerador, etc., en lo que conocemos como el aprovechamiento de la generación distribuida.

Es importante dotar los garajes comunitarios de una canalización centralizada para el trazado de los conductores eléctricos que abastecen a los cargadores de coches. Han de tomar la iniciativa las figuras del presidente de la comunidad de vecinos y/o el administrador de la comunidad de propietarios.

A diferencia de la instalación de un punto de recarga, que no puede tener negativa de la comunidad, la preinstalación con tubo y/o bandeja debe aprobarse en junta de vecinos para el caso de edificios de propiedad horizontal.

Probablemente, en un futuro, coexistan distintas tecnologías que hagan circular a los vehículos, véanse la pila de hidrógeno, los fuels sintéticos, los biofuels, gas, etc., pero no cabe duda de que la rápida mejora en eficiencia y durabilidad de las baterías y el despliegue de puntos de recarga, de todo tipo, tanto en ámbito público como privado, hacen del coche eléctrico hoy una realidad.

No se puede negar que el despliegue de esta infraestructura está requiriendo no solamente una gran inversión sino grandes acuerdos entre partes (administración pública y empresa, empresas entre sí, etc.) y toda una nueva normativa dedicada, pero nos engañaríamos si pensáramos que la implementación del hidrógeno o de los fuels sintéticos es algo inmediato desde cualquiera de los dos puntos de vista.

No solamente es una cuestión de impacto medioambiental y de optimización de recursos naturales. Es, además, un sistema de limitar la dependencia energética de los países y regiones.

 

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