Hace no más de un mes París tomó la decisión, mediante un referéndum público, de prohibir los patinetes eléctricos de alquiler.
Caso llamativo, siendo que esta fue la primera capital en incluirlos.
“La tendencia en realidad va en la dirección opuesta. París es un caso atípico, ya que incluso otras ciudades de Francia como Lyon, Grenoble, Burdeos y más están extendiendo sus programas”, comenta Arnau Pérez, responsable de Relaciones Institucionales de Lime.
Siguen una inclinación global, donde Nueva York, Londres, Roma, Chicago y casi todas las demás grandes urbes están extendiendo permisos y expandiendo sus programas.
A esto Pérez agrega: «Lime continúa innovando y trabajando arduamente para ubicarse como el proveedor multimodal número uno y hacer que las bicicletas eléctricas y patinetes eléctricos compartidos sean más accesibles para más personas”.
Una ciudad que siguió por ese sendero fue Barcelona.
Se trata de la única gran sin patinetes eléctricos compartidos, dando lugar a un crecimiento de los de uso particular.
De esta manera, se está privando a las personas de las ventajas del modelo.
Este tipo de prohibiciones suelen acarrear “consecuencias para todos los ciudadanos” que probablemente experimenten una aglomeración en el transporte público y un mayor tráfico en las carreteras
A pesar de ello, la empresa operadora de patinetes y scooters eléctricos, ha registrado un aumento del 27% de nuevos usuarios.
Lo que se tradujo en un incremento del 30% en el número de viajes si se toma para la comparación el año 2022 con 2021.
Pero es una tendencia global.
Lime duplicó el número de viajes en más de 35 países con respecto a 2021.
Ofrece bicicletas eléctricas y patinetes a los ciudadanos en más de 250 ciudades del mundo.
Cuenta con más de 4 millones de usuarios activos mensualmente, cada segundo ha habido alrededor de 4 viajes en patinetes y bicicletas de Lime en todo el mundo.
“La mayoría de las ciudades están tratando de reducir su impacto de carbono, prohibir un modo de transporte con cero emisiones de carbono es inconsistente con el desafío ambiental de nuestra generación”, afirma Pérez.
El rol de los ayuntamientos en los patinetes
La movilidad será uno de los principales retos de los próximos años para los Ayuntamientos.
Las ciudades que más se han beneficiado de la micromovilidad compartida son aquellas que han desarrollado e implementando una regulación específica .
Particularmente, sobre las licencias de patinetes eléctricos y aparcamientos, así como normas concretas y claras sobre la circulación.
“En este proceso se hace indispensable la colaboración público-privada para potenciar todos los beneficios de este modelo”, comenta el responsable de Relaciones Institucionales.
En este sentido, son referentes ciudades como Berlín, Londres, Copenhague o Sevilla.
Pérez agrega: “Las empresas de micromovilidad somos parte de la solución para construir ciudades con aire más limpio y soluciones de movilidad alternativas que son seguras, inteligentes, accesibles y conectadas”.
A esto se le añade que en este 2023 está siendo decisivo para continuar la expansión de Lime.
En el último mes ha comenzado a operar en la ciudad de Alcorcón y la idea de la empresa es seguir agrandando por el país.
En términos generales, 7 de cada 10 usuarios de Lime tienen menos de 38 años.
“Nos esforzamos cada día para dar el mejor servicio, disponiendo de una flota de furgonetas de entrega y recogida de patinetes 100% eléctrica”, sentencia Pérez.
Todo esto tiene como resultado, por ejemplo, que sea el operador preferido en ciudades como Madrid, donde 6 de cada 10 viajes en patinetes se hacen con Lime.
Es por ello que la compañía está invirtiendo 35 millones de dólares al año en investigación para ofrecer uno de los patinetes más inteligentes y seguros del mercado.