Chile | Opinión
miércoles 03 de mayo de 2023
Opinión: Los vehículos eléctricos como fuente de energía para la sociedad
Francisco Medina Gerente de Vehículos Eléctricos en Nissan Chile.
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La llegada de la electromovilidad en el mercado automotriz abrió un sinfín de oportunidades, no solo a las compañías de automóviles, sino que también a los consumidores.

En Nissan, con base en nuestra filosofía japonesa, trabajamos para brindar soluciones sostenibles y eficientes para nuestros clientes y en armonía con el medioambiente.

Por este motivo, en conjunto con el desarrollo innovador de nuestros vehículos eléctricos (EV), desde hace más de cinco años que estamos introduciendo nuevas formas de utilizar convenientemente la capacidad de las baterías de los EV para almacenar y compartir energía.

Con esta visión, cuando lanzamos Nissan LEAF en Chile, el primer vehículo 100% eléctrico comercializado masivamente en el mundo, buscábamos que los EV se utilizaran no solo para conducir, sino que también se integren a la sociedad y necesidades de hoy.

Una de las grandes apuestas que hemos hecho como compañía para lograr este objetivo ocurrió el 2019 en Chile con la instalación del primer sistema de carga bidireccional en Latinoamérica.

Este proyecto, en alianza con la Agencia de Sostenibilidad Energética y Enel, implementa la tecnología V2G («Vehicle-to-Grid» o «vehículo conectado a la red»), lo cual, además de cargar la batería del auto eléctrico, permite extraer la energía de la batería  para ser utilizada como electricidad para el hogar.

Considerando que los vehículos permanecen estacionados gran parte del tiempo, podemos aprovechar sus baterías para interactuar de forma más eficiente con la red.

Con este sistema, los autos eléctricos como el Nissan LEAF, el cual es compatible con la tecnología V2G, dejan de ser solo un medio de transporte, pues pasan a ser fuentes de energía móviles gracias a esta transferencia de energía.

Los beneficios que proporcionaría una implementación masiva de esta tecnología son variados, ya que impactan desde lo micro; a nivel de usuario con los ahorros en la carga y venta de energía, hasta lo macro; ayudando a ciertas políticas ambientales del país.

Por ejemplo, V2G podría desempeñar un papel importante en la transición de Chile hacia una matriz energética más limpia y eficiente, porque podría contribuir a estabilizar la red eléctrica de Chile al proporcionar una fuente de energía flexible y adaptable a las fluctuaciones en la demanda de energía.

Además, permitiría que la energía generada por fuentes renovables, como la energía solar y eólica, se utilice de manera más eficiente. En una visión de largo plazo, V2G tiene el potencial de reducir la necesidad de construir nuevas centrales eléctricas para satisfacer la creciente demanda energética del país.

De por sí los EV ya tienen una huella de carbono 6 veces menor que los vehículos de combustión interna si se considera la generación de energía, por lo que este uso más virtuoso de la red tendría un impacto aún más positivo en términos ambientales, ayudando a reducir la necesidad de generación a partir de fuentes de combustibles fósiles.

Por todo esto, es fundamental que como país sigamos avanzando en una reglamentación que incentive esta tecnología y su implementación.

De cara a una regulación de este sistema, debemos tener una serie de consideraciones.

Por ejemplo, certificaciones de instalaciones y equipamiento con estándares internacionales, incentivos a la implementación técnica, capacitaciones en soporte, instalación y mantenimiento, y una modernización al proceso de medición de la energía, capaz de ajustar las tarifas y fomentar el intercambio.

En conclusión, el fomento de una movilidad inteligente y sostenible nos permitirá avanzar como país y sociedad hacia un futuro más limpio y sustentable. Si continuamos dando pasos concretos con tecnologías como V2G, podemos liderar la innovación y construir un entorno en el que la movilidad y el cuidado del medio ambiente se complementen en toda su dimensión.

 

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