Esta semana se realizó una reunión de Comité de vehículos eléctricos de la Asociación Nacional Automotriz de Chile A.G. (ANAC) donde las automotrices visualizaron el movimiento del mercado, las barreras, las problemáticas del ingreso de las nuevas tecnologías, cómo llegar al público, y la necesidad de trabajar en conjunto con los demás gremios involucrados en la cadena de la electromovilidad.

“El desafío es cómo trabajamos en conjunto con otros gremios para finalmente llegar al público y que este pueda adquirir este beneficio, porque la electromovilidad es el futuro y no hay ninguna discusión al respecto”, comenta Francisco Medina, gerente de Vehículos Eléctricos en Nissan Chile.

La intención es allanar el camino para externalizar los beneficios, más allá de usar el vehículo.

En este sentido, se va a avanzar en prospectar a los otros gremios que podrían ser importantes. “Creo que se va a ver con buenos ojos”, aventura Medina.

Y especifica: “Una de las iniciativas que se está manifestando es la necesidad de que la industria automotriz haga alianzas con planes de desarrollo concretos con, por ejemplo, la industria eléctrica”.

La intervención que se plantea es de gremio a gremio, atendiendo a la dicotomía que se plantea en el escenario actual entre los autos, la energía que poseen, la promesa de compartir esta energía y las empresas eléctricas, que tienen incertidumbre sobre cómo avanzará la demanda eléctrica.

“Si trabajamos en conjunto podremos ver que los autos no están pensados en el futuro para que sean solo un medio de transporte sino también parte de la matriz eléctrica y las baterías virtuales”, refiere el ejecutivo.

Avanzar en estas alianzas puede significar que estas tecnologías se inserten en el mercado y generen rentabilidad, considerando que hoy todo lo que tiene relación con los procesos de carga, puntos de carga, redes de carga y aplicación de segunda vida de baterías todavía no tienen un horizonte concreto de cuándo podrían originarse altos niveles de rentabilidad.

Así también, se propondría plantear a los demás actores la cantidad de vehículos eléctricos que proyectan vender las automotrices y la capacidad en megavatios de los mismos, sumado a la posibilidad de reinsertar energía a la red.

“Se podría desarrollar una alianza muy fuerte en términos de una mirada hacia el futuro en matriz eléctrica, emisiones y solución de energía”, refiere Medina.

De hecho, ya hubo un acercamiento con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), donde se puso en cuestionamiento lo que significa que el 100% de los vehículos que se vendan a 2035 sean eléctricos, teniendo en cuenta la cantidad de edificios que se están construyendo.

“Tenemos que mirar cómo estas tecnologías van a impactar en la sociedad. Si lo miramos como industria única, no vamos a lograr avanzar tan rápido como queremos”, indica el gerente de Nissan, al tiempo que destaca el rol importante que poseen los gremios en este tema.

Por parte de la automotriz, Medina comparte: “Nissan está buscando la manera de cambiar la forma en que los vehículos son impulsados, conducidos e integrados a la sociedad. En este contexto seguimos empujando en términos de desarrollo de segunda vida de baterías, en impulsar la aplicación de V2G y trabajando con partners que permitan acelerar la introducción de esta nueva tecnología”.