Chile | Infraestructura de Carga
lunes 25 de abril de 2022
¿Cómo deben prepararse los edificios para la electromovilidad según las proyecciones?
Según las metas fijadas los diferentes escenarios ponen a pensar al rubro inmobiliario en la necesidad de dejar preparado los edificios para la electromovilidad teniendo en cuenta que se trata de construcciones de al menos 50 años de vida útil.
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Durante el lanzamiento de la Aceleradora de Electromovilidad Inmobiliaria, funcionarios del Ministerio de Transportes de Chile, presentaron las proyecciones respecto a los pisos de estacionamientos de un edificio residencial y la necesidad progresiva de la instalación de infraestructura de carga con las consideraciones de aspectos eléctricos, capacidad de ductos y espacio para cargadores y medidores que deberá afrontar el sector tarde o temprano.

De manera gráfica, se mostró que, al día de hoy, el número de vehículos eléctricos que circulan en el país es del menos de 1% y que su impacto en la construcción y en los requerimientos de recarga, no es significativo.

Fuente: Ministerio de Energía.

Pero, en el 2030 el panorama cambiaría ya que, para ese entonces por los compromisos suscritos, el 30% de las nuevas ventas deberán ser sin emisiones. Probablemente, un edificio concebido en estos días esté finalizando su entrega en el 2030. Más clientes demandarán espacios para recarga.

Fuente: Ministerio de Energía.

En el 2040, la totalidad de las nuevas ventas deben ser 100% eléctricas y al menos la mitad del parque automotriz debería ser eléctrico. Para este caso, un edificio concebido hoy recién habrá cumplido el 20% de su vida útil.

Fuente: Ministerio de Energía.

Para el 2050 las proyecciones indican que la totalidad de los vehículos que circulan serán cero emisiones, en consecuencia, todos los estacionamientos deberán ofrecer el acceso a la carga.

Fuente: Ministerio de Energía.

Desde la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC) admiten que el formato utilizado en la presentación permite comprender de manera sencilla los requerimientos que podría enfrentar un edificio recién construido durante los próximos 30 años, es decir al haber alcanzado menos de la mitad de su vida útil.

Sin embargo, sostienen que esta gráfica no es válida para todos los proyectos inmobiliarios. “Nos desafía a entender el contexto, a validar las premisas o supuestos que la pueden hacer cierta y a saber en qué casos la demanda va ser algo más lenta”, comenta Francisco Castañeda, Socio a cargo del grupo de trabajo de electromovilidad de la CCHC.

Con esto se refiere a puntos específicos:

Primero que a la electromovilidad no la adoptarán con la misma velocidad todos los grupos socioeconómicos.

En segunda instancia, la información que existe a la fecha es insuficiente para extrapolar y requiere además ser desagregada, ya que el Instituto nacional de estadísticas en Chile no diferencia vehículos 100% eléctricos de híbridos enchufables.

Una premisa fundamental es que en la segunda mitad de esta década se igualarán los precios de los vehículos eléctricos respecto de sus equivalentes con motor de combustión; esto hace pensar que la renovación será finalmente liderada por vehículos eléctricos.

Además, se ha previsto como escenario posible de que al 2035 se dejarían de comercializar nuevos vehículos livianos de combustión en Chile.

Por último, al 2050, Chile se ha comprometido a la carbono neutralidad y ello traería aparejado una de las metas de la “Estrategia nacional de electromovilidad”: que el 40% del parque de vehículos particulares sea eléctrico. Una proyección realizada por el Departamento de Energía Eléctrica de la Universidad de Santiago fija en 14 millones el parque vehicular de Chile al 2050, de los cuales 10 millones serían vehículos particulares y de éstos últimos 4 millones serían eléctricos.

A su vez, el mismo estudio proyecta que el año 2030, Chile tendría 5,8 millones de vehículos particulares y de esos el 10%, es decir 580 mil, serían eléctricos.

En conclusión, desde la CChC sostienen que la información entregada -si bien no es válida para todos los proyectos inmobiliarios- describe de manera didáctica y con cierta precisión, cuáles serán los requerimientos en proyectos residenciales destinados a sectores medios y altos.

“Ignoramos qué cambios legislativos, qué nuevos costos o subsidios podrían retrasar o adelantar la demanda por infraestructura de recarga residencial”, asegura Castañeda.

Y finaliza: “No importando el tipo de proyecto es necesario dejar “preparado para electromovilidad” los edificios, ya que en el mediano plazo -al año 2035- ningún segmento de la población quedará al margen de requerir infraestructura de recarga residencial”.

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