Argentina | Motos
miércoles 10 de abril de 2024
En dos ruedas. Proponen crear incentivos para promover el uso de la moto eléctrica en Argentina
Excepto pequeñas acciones como la exención del pago de patente en algunos municipios, no hay otro estímulo para la compra de una moto eléctrica. Los problemas de competitividad del sector.
moto eléctrica Siam N4
La moto eléctrica SIAM N4 es caballita de batalla de la firma argentina.
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“Creemos que se requiere de algún tipo de fomento, incentivo o acciones prácticas que ayuden a promover el uso de la moto eléctrica». 

Quien habla es Guillermo Contarino, gerente del negocio Motos del grupo empresario Newsan, líder desde hace más de 30 años en electrónica de consumo y que diversificó su cartera al rubro de la movilidad eléctrica. 

Hoy Newsan tiene en el mercado la moto eléctrica SIAM N4 de fabricación nacional, además de otros modelos de motos a combustión. De esta scooter ya llevan alrededor de 220 unidades patentadas en un año calendario. 

Pero lo cierto es que aunque les fue “bastante bien”, Contarino entiende que “el segmento eléctrico en general no termina de despegar”. 

“No hay en toda la cadena de valor de la moto eléctrica en Argentina un beneficio o una ventaja comparativa respecto de la moto a combustión”, plantea el ejecutivo en contacto con Mobility Portal Latinoamérica

Se la trata como a una moto tradicional, se le exigen los mismos requisitos y pasa por las mismas homologaciones. Excepto pequeñas acciones de estímulo a la compra como la exención del pago de patente en algunos municipios

Contarino, junto a otros actores del rubro, participó del Foro Legislativo de Movilidad Sostenible y Agenda 2030 en la mesa, precisamente, de motos eléctricas. 

El mercado de motos eléctricas es emergente en el país (0,5% del total) y la economía de escala genera la principal barrera aguas arriba con efectos negativos como el costo de inversión para fabricar.

Entre los planteos, figuran promover incentivos para su uso, la mejora de condiciones arancelarias de componentes para fabricación y que la moto eléctrica tenga un tratamiento diferencial respecto a requisitos y costos de homologación.

“El producto todavía no tiene la competitividad que debería tener, más allá de algún incentivo o fomento. Lo cierto es que el privado no incursiona si no ve que haya negocio para hacerlo”, sostiene. 

Newsan quiere romper con ese paradigma y tiene prevista una producción de 2.000 unidades por año (hoy ese es el número actual de patentamientos de motos eléctricas), pero dependerá mucho de las condiciones y decisiones de gobierno.

Es difícil competirle a la moto tradicional porque es una tecnología muy impuesta y con años de desarrollo. Pero el ejecutivo entiende que «el futuro es eléctrico». De hecho, hay países donde la moto eléctrica desplazó ya a la moto a combustión. 

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Moto eléctrica: complicaciones para importar

Las trabas de Argentina para importar generaron algunas complicaciones a la hora del ensamblado en el país. 

Es que para la moto eléctrica hay más piezas que ingresan del exterior y todavía no se desarrolló tecnología para fabricarlas a nivel local. 

“El régimen pide una integración mínima por modelo del 2% y en el global para el año 2024 es del 10%.

En la renovación, se estipuló que la moto eléctrica sea considerada como una moto de 800cc, por lo que la integración por modelo tendría una tasa de crecimiento menor que la dispuesta para cilindradas más bajas”, explica Contarino.

Eso fue un logro de modo que se entienda a la moto eléctrica con las dificultades que tiene de integrarse porque no hay una economía de escala que permita el desarrollo de piezas locales.

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De la moto eléctrica al monopatín y la bicicleta

Además de la moto eléctrica SIAM N4, Newsan tiene un portafolio nutrido de productos de movilidad cero emisiones: monopatines y bicicletas eléctricas (además de bicis y motos tradicionales). 

Importan las unidades porque no hay régimen de integración ni beneficios o fomentos para la producción en Argentina. Y trabajan también en proyectos de cuatro ruedas, sobre todo para incursionar en el segmento de L6 y L7. 

“Creemos que los productos de última milla son los que debieran ser punta de lanza para el resto del desarrollo porque tienen un efecto derrame sobre otro tipo de productos como cargadores o estaciones de carga”, entiende. 

Newsan tiene un proyecto que ya está en acción en países limítrofes con su cartera tradicional de productos y prevé que lo mismo ocurra con lo que es movilidad eléctrica. 

“Sería parte de una de las categorías que pueda exportarse después. Aunque cada categoría tiene sus reglas de juego para ver si es competitiva o no”, subraya el ejecutivo. 

 

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