Argentina | Vehículos Eléctricos
jueves 11 de abril de 2024
Quejas del sector. Acusan que proceso de homologación argentino encarece costo de vehículos eléctricos
El marco normativo local exige los mismos requerimientos técnicos y de seguridad para homologar vehículos eléctricos que un M1.
Acusan que proceso de homologación argentino encarece costo de vehículos eléctricos
El Tito de Coradir es uno de los vehículos eléctricos del segmento más vendidos.
Compartí la nota

En el Foro Legislativo de Movilidad Sostenible y Agenda 2030 se plantearon los problemas sectoriales, entre ellos que el proceso de homologación argentino encarece el costo final de los vehículos eléctricos.

Puntualmente, el marco normativo local exige casi los mismos requerimientos técnicos y de seguridad para homologar vehículos eléctricos de las categorías L6 y L7 que un M1 o N1, solo que los volúmenes de producción son menores y la tecnología suele ser muy diferente.

Por citar un ejemplo, Coradir -desde que empezó a operar- fabricó alrededor de 2.000 unidades, cuando la penetración en el mercado de los autos a combustión es muchísimo mayor.

Se piden ensayos de asientos, limpiaparabrisas, cinturones de seguridad, cerraduras y hasta de vidrios. Estos requerimientos exceden aquellos definidos internacionalmente para L6 y L7 y, por lo tanto, implican elevadadísimos costos y complejidad técnica.

“Son ensayos absolutamente normales y requeridos de toda la vida para un auto pesado, que no es igual a un vehículo eléctrico de categoría L6 o L7”, explica Pablo Benveniste, consultor especialista en homologaciones y postventa, a Mobility Portal Latinoamérica.

La normativa de homologación L6 y L7 establece que estos vehículos eléctricos sólo están autorizados para circular por calles y avenidas y no por rutas o autopistas. Y la velocidad máxima está limitada a 50 km/h.

Benveniste sostiene que «son vehículos (de pasajeros o carga) muy viables para grandes urbes como Buenos Aires», pero que chocan con «un proceso de homologación complejo en exceso».

«El costo de homologación es elevado, no tan elevado como un M1, pero no está tan lejos porque compartimos casi todos los elementos de seguridad. Entonces se vuelve más oneroso para las categorías L6 y L7 porque normalmente son categorías más baratas y de menos escala», explica a este medio Juan Manuel Baretto, presidente de Coradir.

En Argentina el costo es gigante porque no hay un mercado de capitales maduro ni suficiente crédito y «hay que hacer las cosas a pulmón». «En base a eso sí entendemos que es muy costosa la homologación», entiende el hacedor del Tito.

«Si nosotros tuviéramos que decir qué es lo que necesita una persona que quiere homologar un producto, diría celeridad en los tiempos, mejores costos y tecnología», plantea Alejandro Bustamante, socio gerente de Bustamante e Hijos y distribuidor de Sero Electric.

Los tiempos de las entidades y los ministerios no son los mismos que manejan los empresarios: «La homologación a veces lleva seis o siete meses. Falta un poco de eficiencia de las entidades para que todo sea más rápido».

Leer más: Diputada del PRO apura consenso para ley de electromovilidad en Argentina

Los vehículos eléctricos L6 y L7 son el futuro

En Argentina hay varias experiencias exitosas de L6 y L7 como el Tita y la Tita de la firma puntana Coradir o los vehículos eléctricos de Sero Electric o Volt.

Se abre el abanico de categorías para abastecer las nuevas necesidades: transporte de última milla o urbano de pasajeros.

“Las ciudades más grandes se pueden beneficiar mucho de estas tecnologías”, entiende Benveniste.

Pero todavía, al menos técnicamente, tienen dificultad para ser homologadas y para que transiten con patente convencional por las calles argentinas. Son considerados “vehículos eléctricos con circulación restringida”, por lo que se antepone la doble “Z” en la matriculación.

“Los L6 y L7 incrementarían la competencia y es un tema a tratar para incentivar el mercado, proveer soluciones, subir una vara tecnológica y ofrecer una cartera de productos importantes”, sostiene.

Para el consultor, la legislación argentina corre por detrás y se tienen que ir haciendo excepciones porque “el mundo avanza muy rápido”.

De hecho, las enmiendas y nuevas regulaciones en Europa -que es el marco referencial para la Argentina- se mueven a otro ritmo. Mientras que en el país se actualiza “con mucho esfuerzo y otras prioridades”.

Leer más: Gobierno de Milei ve a la electromovilidad como una herramienta de transición energética

Crece las matriculación de vehículos eléctricos

En 2023 se patentaron en Argentina 9.601 vehículos eléctricos e híbridos, es decir, un 21,3% más que en 2022.

Dentro de esta cifra, el segmento más vendido fue el de los híbridos, cuyo mercado alcanzó un 85,4% de las ventas totales, seguido por los microhíbridos (8,3%), los 100% eléctricos (3,9%) y los enchufables (2,4%).

La creciente presencia de los ejemplares BEV se está manifestando a través de la introducción de vehículos fabricados localmente.

Están diseñados con características y prestaciones adecuadas para entornos urbanos y se centran fundamentalmente en la movilidad de corta distancia.

En esta división destaca el Coradir Tito, cuya popularidad lo ubicó en el cuarto puesto del ranking de modelos más vendidos de la temporada.

En cuanto a las automotrices oferentes de vehículos con motorización alternativa, el primer puesto se lo lleva por lejos la empresa Toyota con un 78% sobre el total, seguido por las marcas Ford y Audi con un 6% y un 5%, respectivamente.

De cerca le siguen Mercedes Benz y Coradir con un 3% de participación cada una. Atrás aparecen Lexus, BMW, Nissan, Volvo y Peugeot.

Destacados.