Chile | Micromovilidad
miércoles 10 de enero de 2024
Mercado. 2 de 3 de ventas de micromovilidad eléctrica son financiadas o tarjeta de crédito
El 2024 se presenta como un año de transición en el consumo con alternativas en la micromovilidad eléctrica tanto para el segmento B2C como para el B2B.
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El desempeño del mercado de la micromovilidad eléctrica durante 2023 demostró una contracción del consumo.

No obstante, se ofrecieron algunas herramientas financieras que ayudaron a que el usuario opte por estos vehículos.

Por ejemplo, en el caso de E-Mobility Spa en el pago por tarjeta de crédito se ofrecen varios convenios con hasta 24 cuotas sin interés para micromovilidad.

También se tiene en cuenta que no los potenciales clientes tienen tarjeta de crédito y se suman opciones de financiamiento de entre los 12 y 36 meses.

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Dos de los modelos disponibles de la marca.

“Ayuda un montón, al menos dos tercios de nuestros clientes optan por alguno de estos medios de pago”, reconoce Felipe Gutiérrez, gerente general de E-Mobility Spa.

Y agrega: “De esa forma se puede ver la adquisición de un vehículo eléctrico como una inversión en la cual obtienes el retorno sobre la mínima todos los meses”.

De esta forma, el valor que se destina al pago de la cuota es equivalente o menor al ahorro que se tiene por la sustitución del uso de otro vehículo ya sea un auto, el transporte público, etcétera.

“Estas opciones de pago se traducen en una buena rentabilidad para el usuario”, admite Gutiérrez.

En promedio el retorno de inversión en bicicletas y scooter eléctricos es de 12 meses. Para el caso de motos eléctricas es de 18 meses.

Leer más: ¿Es necesario reglamentar la micromovilidad eléctrica en Latinoamérica?

Micromovilidad en período de transición

Como se mencionó al inicio, en el caso de Chile y como tendencia en la región, el 2023 fue un año donde el consumo estuvo debilitado por aspectos económicos.

En diálogo con Mobility Portal Latinoamérica, el gerente de E-Mobility explica: “La electromovilidad liviana se vio afectada, sin embargo, lo vemos como un año de ajuste”.

Así, se plantea una transición que amplía las expectativas hacia el 2024 por varios factores.

“La gente empezó a tomar consciencia de su estructura general de gasto”, comenta Gutiérrez en alusión a la distribución del gasto y el espacio que ocupa la variable transporte en el presupuesto personal o familiar.

En esta mayor consciencia se observan usuarios que se están planteando si en realidad necesitan o no el auto para todos sus desplazamientos.

La respuesta en un porcentaje muy alto es que no y que muchos de sus desplazamientos pueden ser sustituidos por vehículos livianos ya sean eléctricos o no.

“Lo identificamos como una fuerte transición al usuario de las seis ruedas”, menciona Felipe Gutiérrez proyectando un usuario que tendrá su vehículo de cuatro ruedas y un medio de transporte complementario y liviano de dos ruedas.

Con el tiempo no se descarta que este usuario se quede únicamente con el de dos ruedas y por alguna oferta del mercado adquiera uno de cuatro ruedas de manera temporal según las necesidades.

De esta forma el pilar presupuestario tendrá relevancia en el comportamiento del mercado en 2024, incluso más relevancia que el pilar medioambiental al momento de la toma de decisión del usuario.

“En la electromovilidad liviana el ahorro es incluso mayor al del transporte público”, admite Gutiérrez.

En el B2C se observa el plano económico y el ahorro que significa la electromovilidad, el pilar medioambiental como tendencia creciente en las generaciones más jóvenes sobre su huella de carbono y el pilar de calidad de vida y uso del tiempo.

Los mayores tiempos de desplazamiento también impactan en el bolsillo. Sobre esto Gutiérrez menciona: “La electromovilidad liviana puede llegar a disminuir hasta un 50% los tiempos de traslado”.

En lo que refiere a B2B la tendencia viene desde los mismos consumidores.

Por eso ya se realizan pilotos con el segmento delivery administrados por empresas que cambian la lógica de que la propuesta de valor: ya no es por la velocidad de entrega sino por la entrega con cero emisiones.

“Es una tendencia que va a terminar sustituyendo en un horizonte de mediano plazo la totalidad de la logística de última milla”, refiere el ejecutivo.

Y agrega: “El 2024 va a ser un año muy fuerte en este aspecto a raíz de que los pilotos que hemos realizado han sido muy exitosos para las empresas y para los conductores”.

Al respecto, E-Mobility considera que se trata de un real sustituto porque diseñó un área para customizar los vehículos de acuerdo a las necesidades de las empresas.

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