Este jueves, si no hay cambios de última hora, Vokswagen Navarra acogerá un encuentro inédito en la historia de la fábrica al que está previsto que asista el responsable de recursos humanos de Volkswagen, Gunnar Kilian, así como la presidenta del comité mundial de empresa, Daniela Cavallo, y las representaciones sociales de las plantas del grupo automovilístico en la península ibérica.
Se trata de una trascendente reunión para el futuro de la factoría de Landaben en la que, según las fuentes consultadas, se espera conocer la nueva estrategia conjunta que el gigante automovilístico pretende desarrollar en torno a la fabricación de sus coches eléctricos pequeños.
No han trascendido más detalles de las implicaciones que este planteamiento vaya a tener en los cerca de 4.700 empleados de Volkswagen Navarra, para lo que habrá que esperar a que termine la cita, pero existe la sospecha de que podría servir como punto de partida para sentar las bases de la relación que se mantendrá con las plantas de Martorell y Palmela (Portugal) y, sobre todo, de las condiciones para el reparto de las futuras producciones.
No se descarta que también acudan representantes de las plantillas de las fábricas de Skoda, cuyos modelos eléctricos pequeños estaban reservados para su producción en España, y de varias empresas de componentes.
Todo ello da idea de la trascendencia de este encuentro que se va producir semanas antes de la aprobación definitiva del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del coche eléctrico, cuyos fondos deberían jugar un papel clave en la electrificación de Volkswagen Navarra.
La nueva estrategia de regionalización de las plantas del grupo automovilístico pretendería vincular más íntimamente a Landaben con Martorell y Palmela con el objetivo, según sospechan las fuentes consultadas, de incrementar la competencia entre todas ellas.
Por el momento, todo son especulaciones acerca de esta estructura ibérica en cuanto a su contenido y alcance, incógnitas que comenzarán a despejarse a partir del jueves.
Acuerdos sociales
El peligro de que se acentúe la competencia entre las fábricas, que ya existe en la actualidad, para lograr inversiones y se asignen producciones radica en que, de salida, no parece haber un mismo rasero para todos.
Por ejemplo, Landaben destaca por ser capaz de terminar en menos horas que Martorell un coche del mismo segmento.
A ello se une Volkswagen Navarra lleva años preparando unos buenos cimientos para su electrificación. Así se hizo con los acuerdos sociales del segundo modelo en 2016, cuando se pactó una producción de 350.000 coches al año, y del tercer modelo en 2019, que abrió la puerta a la llegada de coches eléctricos.
Sin embargo, existe inquietud en el seno de la fábrica por la situación en que Volkswagen Navarra llega a esta reunión, cuyo nuevo presidente todavía no ha podido pisar sus instalaciones.
La sensación generalizada es que la posición hubiera sido más fuerte si Emilio Sáenz, destituido en junio del año pasado por una rigurosa interpretación del código de conducta de la empresa, hubiera seguido al frente.
En vez de ello, el que venía a ser el sustituto de Sáenz, Markus Haupt, ha abandonado el cargo un año después de su llegada, una fugaz etapa durante la que apenas tuvo tiempo para compenetrarse con el equipo al frente de la planta.
Ahora vicepresidente de producción y logística de Seat, Haupt sí que hizo ímprobos esfuerzos como relaciones públicas durante su estancia en Navarra para despejar cualquier temor en torno a la futura electrificación de Landaben, un mensaje que ha calado profundamente en el Gobierno foral.
A favor de Volkswagen Navarra juega una indiscutida solvencia técnica y sus sobresalientes cifras de productividad y calidad, sin olvidar la demostrada implicación de la plantilla, dispuesta a alcanzar acuerdos que den futuro a la actividad de la empresa.
Sin embargo, esta no deja de ser una pequeña fábrica a ojos de un gigante como el grupo Volkswagen, donde muchas veces entran en juego factores políticos que trascienden a los argumentos técnicos, según plantean las fuentes consultadas.
Es por ello que existe el temor a que el mayor peso específico de Martorell, con una plantilla de más de 11.000 empleados, le lleve a salir favorecida a costa de Volkswagen Navarra, un riesgo ante el que ya están con la guardia en alto en el seno.
Lo cierto es que la planta catalana ha reconocido públicamente un excedente de hasta 2.800 trabajadores con la llegada del coche eléctrico, un problemón que sirve de potente acicate para presionar a su favor sin contemplaciones hacia las otras fábricas de la península ibérica.
Suspendida la presentación de Michael Hobusch como presidente
El acto de presentación formal de Michael Hobusch como nuevo presidente de Volkswagen Navarra, previsto para ayer por la mañana, tuvo que ser finalmente suspendido.
El nuevo máximo responsable de la fábrica de Landaben y su familia, actualmente en China, no pudieron coger el vuelo que este fin de semana tenía que trasladarles hasta España.
Las restricciones a la movilidad por el aumento de los contagios de covid en algunas zonas del país asiático están dificultando los desplazamientos.
Por el momento, no hay fecha para la llegada de Habusch a Pamplona, que podría retrasarse unos días más.
El nuevo presidente de Volkswagen Navarra sustituye en el cargo a Markus Haupt, que ha dejado el cargo para convertirse en vicepresidente de producción y logística de Seat, según informó Diario de Navarra.