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martes 03 de agosto de 2021
Retrofit en España: Presentarán requerimiento para bajar costos de homologaciones
Si bien la práctica ofrece una vía alternativa hacia el impulso de la movilidad eléctrica de manera asequible, aún no se impulsa en el país. Una nueva propuesta busca actuar sobre las principales trabas.
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El retrofit es una propuesta atractiva para la descarbonización de la movilidad por más de una razón. La práctica de reconvertir coches de combustión a eléctricos no solo contribuye al medio ambiente sino que puede ser una opción más accesible que la compra de modelos nuevos.

Asimismo, le da una nueva vida a vehículos con características que antes no poseían, como aquel coche que uno tanto estima y del que no puede desprenderse: democratiza el acceso a la electromovilidad y muestra que otra vía es posible.

“Por un tercio del valor de uno nuevo puedes pasar tu coche a eléctrico, con kits de reconversión en torno a 10 mil, aunque si eliges más potencia, capacidad de carga u otras características puedes gastar 20, 30 o hasta 50 mil si lo deseas”, explica Pablo Escapa, ingeniero especialista en la materia, a Portal Movilidad.

Es conveniente, accesible y fomenta la reutilización y economía circular. Y en el uso, los coches convertidos son igual de funcionales que los nuevos. Entonces, ¿qué frena al retrofit en España? Las actuales regulaciones, algo que los defensores de la práctica como Escapa buscarán revertir.

“Presentaremos un requerimiento al Ministerio de Transportes en septiembre para que la situación actual cambie”, define.

Junto con el Colegio Técnico de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación (COITT), Escapa llevó a cabo un proyecto de investigación del coche transformado que les valió un premio por parte del MITMA, algo que no se condice con el hecho de que en la práctica no se puede implementar.

El requerimiento buscará abordar las dos principales barreras que afectan hoy al impulso del retrofit en el país.

La primera es la complejidad del procedimiento, el cual cuenta con trabas, y los elevados costos de las homologaciones.

“Las pruebas pueden tener un coste de unos 30 mil euros aproximadamente”, cuenta Escapa.

Sin embargo, ese no es el único problema. En el caso español, hay que hacer la homologación unidad por unidad, a diferencia de la norma de un país como Francia, en la cual el taller autorizado que ha efectuado el retrofit solo precisa homologar una vez el coche.

“Si tuviera que hacer el ensayo y me cuesta 24 mil euros pero me lo dejas replicar, vale, no importa: pero no se nos permite eso”, subraya el experto.

Si la homologación no fuera unitaria, los costes podrían reducirse al trabajar en serie. Al no ocurrir, el negocio, del cual Escapa asegura hay cada vez más interés -«Todos los días entran correos de personas que quieren hacerlo”, asegura- sufre un gran revés.

El otro punto de acción en el que se centrará el requerimiento a presentar es igual de importante para el impulso de la reconversión en el país: que el procedimiento sea contemplado en forma de subvenciones y apoyos.

En ese sentido, el nuevo PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado parece encaminado a dejar afuera al retrofit desus planes, además de que actualmente no se contemplan ayudas para llevar a cabo este proceso.

“Lo lógico sería que así como te subvencionan 3 mil euros para que te compres un coche eléctrico, que te den 1,500 para reconvertir el tuyo: es lo que Francia ya está haciendo”, sentencia Escapa.

En esa línea, lo que trascendió de la Mesa de la Automoción celebrada en julio, en la cual se presentó el PERTE, es que el retrofit fue también una propuesta de otros actores del sector: hay un interés para que esto ocurra.

La pregunta es si finalmente se impulsará, algo que el requerimiento de septiembre considera debe hacerse.

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