Spin también se va. La empresa de patinetes eléctricos de alquiler compartido ha decidido retirar sus flotas de los mercados europeos y estadounidenses con permiso abierto, entre ellos España, y se une así a Lime, que también ha abandonado la ciudad de Tarragona, en su caso, por la inminente obligatoriedad de usar casco.
Ellos lamentan que esta medida desincentiva el uso de los también conocidos como vehículos de movilidad personal (VMP).
Así, por ahora solo quedan en la ciudad los patinetes de Reby y Bird, las dos primeras firmas en llegar a Tarragona en enero del año pasado.
Desde la llegada de Spin, la tercera empresa, que con su flota se llegó a los 1.500 vehículos desplegados por la ciudad, se empezó a hablar de que había demasiada oferta para la demanda en una urbe del tamaño de Tarragona.
No obstante, el consistorio decidió mantener este sistema abierto, en el que cualquier empresa pudiera operar si cumplía una serie de requisitos que marcaba el convenio. El principal era la instalación de aparcamientos para hasta 500 patinetes que pasaban a ser de titularidad municipal, es decir, una contraprestación de interés público con la que la ciudad salía ganando.
Así, mientras que el Ayuntamiento no descarta, a medio o largo plazo, ni la licitación ni la internalización del servicio, sigue apostando por este sistema libre para ir conociendo y aprendiendo del mercado de la micromovilidad y tener más conocimientos para en un futuro, quien sabe, poder cambiar a un sistema gestionado por la administración local. De hecho, el estudio de la internalización del alquiler de patinetes era una petición de la CUP y, en este caso, seria la empresa que surja de la fusión entre la EMT y Aparcaments la que se haría cargo del servicio.
Sea como sea, con la salida de las dos firmas parece ser que el problema de la sobreoferta de patinetes en la ciudad se ha solucionado. Lo que nadie esperaba es que fuera Spin la que abandonara la ciudad. Era la marca que más gente utilizaba en la ciudad, pues solo hacía falta salir a la calle y ver como la mayoría de patinetes que se veían eran de color naranja.
El CEO de la compañía, Ben Bear, emitió un comunicado en el que argumenta que se van de los mercados de Portugal, Alemania, España y de algunos de Estados Unidos porque son de permiso abierto, como el de Tarragona, y consideran que éstos «crean un entorno operativo incierto, marcado por cambios frecuentes en el panorama competitivo, sin límites en el tamaño de las flotas, y la lucha por los precios más bajos.
Y lo que es más importante, con esos modelos no podemos ofrecer una solución de alta calidad y de confianza a la ciudades y los usuarios con los que estamos comprometidos».
Por su parte, Lime comunicó ayer también el motivo de su salida de Tarragona. En su caso se debe a la inminente entrada en vigor de la obligatoriedad de llevar casco, que forma parte de una modificación de la Ordenança de Convivència i Espais Públics de Tarragona para dotar este modelo de micromovilidad de mayor seguridad, según informó Diario Terragona.
Sobre esto, Lime considera que «esta nueva limitación, que desincentiva el uso del vehículo de movilidad personal en detrimento de otros como la bicicleta, viene a sumarse al poco uso por parte de la ciudadanía de Tarragona de las diversas opciones de alquiler de patinetes compartidos, lo que imposibilita continuar prestando el servicio», defendiendo que otros países mejoran la seguridad con otras medidas menos negativas para el servicio, como la reducción de la velocidad o la construcción de carriles bici segregados de la calzada.
Y así están las cosas. Veremos ahora si Reby y Bird se apañan para dar un buen servicio sin la competencia de Spin y Lime, adaptado a la demanda real. Y habrá que ver también si, con la salida de estas dos, no hay otras empresas interesadas en ocupar su lugar, con lo que volveríamos a lo mismo.