Europa | Autos
martes 18 de abril de 2023
López-Tafall y el IRA: “USA hizo notar en qué situación estábamos y Bruselas ha reaccionado”
La decisión de Estados Unidos de impulsar sólo su industria local puso a Europa en apuros para tomar decisiones que impulsen la industria de la automoción impulsada por electricidad y otras fuentes alternativas.
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Desde finales del año 2022 Bruselas entró en estado de alerta por las medidas tomadas por el gobierno de Estados Unidos para impulsar la industria de la automoción eléctrica local.

Esto ponía en riesgo la producción europea de vehículos eléctricos en el futuro, ya que los coches estadounidense iban a resultar más atractivos para los norteamericanos por sus costes.

“Estados Unidos le ha hecho ver a Europa en qué situación estábamos y Bruselas ha reaccionado”, comentó en conferencia de prensa José Lopez-Tafall, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) en el Congreso Future Mobility Challenges.

El Gobierno de Estado Unidos lleva adelante desde enero la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) que ofrece a quienes compren un vehículo eléctrico un crédito fiscal de hasta 7.500 dólares, únicamente si el coche es de producción nacional.

“La UE está profundamente preocupada con el plan, creemos que discrimina a fabricantes extranjeros respecto a los estadounidenses”, ha afirmado la portavoz comunitaria de Comercio de la Comisión Europea, Míriam García, en rueda de prensa.

En este sentido, ha sugerido a Washington retirar los “elementos discriminatorios” de la ley y garantizar que cumple con los estándares de la Organización Mundial de Comercio.

Aunque ha recalcado que la Unión Europea y Estados Unidos comparten el objetivo de avanzar en la movilidad sostenible por su impacto en la reducción de emisiones y la transición verde, para Bruselas resulta clave que las medidas puestas en marcha al otro lado del Atlántico “sean justas”.

“Hay una pelea por atraer inversiones. Quieren la fabricación de vehículos limpios en su país, lo que esto ha generado es una reacción por parte de la Comisión Europea”, recalca López-Tall. 

Esto es visto desde el punto de vista de la política industrial que necesita de más ambiciosas. 

Por eso el Director General focaliza su repertorio en el PERTE VEC, una de las políticas del gobierno español para el impulso de la transición al coche eléctrico y se encuentra en la estructuración de su segunda convocatoria.

“La revisión que se va a hacer del Perte y que ha anunciado el comisionado responde precisamente a el enfoque excesivamente riguroso que tenía la Comisión”, comenta López-Tafall. 

Allí es donde resalta que si Europa no reaccionaba a tiempo iba a quedarse muy por detrás de los Estados Unidos, luego de que lanzara su batería de medidas.

“Es una oportunidad para la industria europea, podemos vender más vehículos fuera, pero para eso la política industrial tiene que ser mucho más orientada y centrada”, expresa el representante de ANFAC.

Por ello señala que el Perte VEC y su segunda edición deben ser solo un punto de partida y no la solución definitiva. Restan 2.900 millones de euros por adjudicar.

Para ello López-Tafall reclama una política industrial que tenga continuidad hasta al menos 2035, cuando dejen de fabricarse vehículos de combustión.

Un poco de contexto

A mediados del 2022 el presidente Joe Biden anunció la implementación de IRA para combatir la inflación. La ley con una dotación inicial de 430.000 millones de dólares, incluía una lista de exenciones fiscales por la compra de coches eléctricos. 

La controversia saltó cuando se dio a conocer que sólo los coches producidos en Estados Unidos podían acceder a esos beneficios fiscales. Países exportadores como Corea, Japón y toda Europa criticaron a la Casa Blanca por atentar contra el libre comercio internacional.

Con el IRA, la industria de los vehículos eléctricos europeos se verían perjudicados frente a los competidores locales. En la actualidad, los vehículos eléctricos representan alrededor del 5% de las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos.

El incentivo, además de tener de requisito la fabricación nacional, exige que al menos el 40% de los componentes de las baterías de los vehículos eléctricos provengan de Estados Unidos o de un país con un acuerdo de libre comercio con Washington.

Estos requerimientos dejan a Hyundai y Kia fuera de los créditos en el corto plazo, ya que las empresas tienen previsto construir fábricas de vehículos eléctricos y baterías en el estado de Georgia, pero no abrirán hasta 2025. 

Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, 29 modelos de coches eléctricos e híbridos fueron fabricados en el país en los años 2022 y 2023. Estos son Audi, BMW, Chevrolet, Chrysler, Ford, GMC, Jeep, Lincoln, Lucid, Nissan, Rivian, Tesla, Volvo, Cadillac, Mercedes y Volkswagen.

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