A finales de mayo el Ministerio de Hacienda presentó un paquete fiscal para incrementar la recaudación del Estado, el cual incluía entre sus componentes una eliminación inmediata de los incentivos a la electromovilidad.

Para conocer más detalles sobre el hecho, Portal Movilidad dialoga con Rudolf Lücke, director general de Hacienda, quien explica que “el monto de la exoneración se mantiene”.

“Lo que sucede es que se plantea una reestructuración completa del impuesto a la propiedad. Y, de la forma en que se expone, también incluye a los vehículos eléctricos”, comenta.

Y agrega: “Pero, la idea es que se mantenga la exoneración que actualmente poseen sobre este arancel. Por lo tanto, a través de un ajuste, se está trabajando para no realizar modificaciones, ya que ese no era el objetivo”.

Vale mencionar que la iniciativa solicitaba derogar los artículos 10 y 13 de la Ley 9518 “Incentivos y promoción para el transporte eléctrico” del 6 de febrero del 2018.

El artículo 10 establece el límite de la exoneración del impuesto de ventas, el cual no podrá exceder los 24 salarios base.

El 13 señala que las unidades eléctricas quedan exentas del pago del impuesto a la propiedad de vehículos por un plazo de cinco años desde el momento de su nacionalización o producción, en caso de que sean ensamblados o producidos localmente.

El beneficio se aplica de la forma siguiente: 100% de exoneración para el primer año; 80% para el segundo; 60% para el tercero; 40% para el cuarto; y 20% para el quinto.

Según indica el director general de Hacienda, no tendría sentido eliminar estos incentivos porque “se dictaron hace poco tiempo”.

“El año pasado se aprobaron una serie de exoneraciones, porque las anteriores tenían particularidades: aplicaban solo para carros nuevos, incluían a los híbridos, había limitantes en el valor del carro y los beneficios podían aplicarse sin fin”, sostiene Lücke.

Y aclara: “El planteo consistió en mejorar el mercado secundario, porque notamos que los vehículos eléctricos cuestan un poco más que los de combustión. Entonces, esto provocaba que el mercado fuera limitado”.

En este sentido, Costa Rica ahora cuenta con la posibilidad de aplicar exoneraciones también a carros usados y de cualquier valor.

Como consecuencia, se registraron mayores importaciones y solicitudes de exención con respecto a años anteriores.

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Más incentivos para electromovilidad

Además de los beneficios con los que ya poseen los vehículos eléctricos, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, planteó que podría pensarse en un impuesto verde para promover los cambios de hábitos.

“El objetivo es estimar los gramos de dióxido de carbono (CO2) que emiten los carros por kilómetro recorrido, teniendo en cuenta aspectos como el combustible, cilindraje y tracción”, declara Lücke.

Con esta información, se pretende mantener los aranceles para aquellas unidades más contaminantes y reducirlos para los más eficientes.

El objetivo es realizarlo con vehículos nuevos, de hasta cinco años de antigüedad.

También se están evaluando beneficios en torno a la gestión de baterías.

“Nuestro trabajo consiste en determinar alguna exención o disminución de impuestos para aquellas empresas que participen del proceso de eliminación o manejo de desechos. A partir de los avances, determinaremos que criterios emitir”, explica el gerente.

“Se están realizando reuniones con el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) para establecer los pasos a seguir”, agrega.

Cabe recordar que en septiembre del año pasado Costa Rica presentó la hoja de ruta para la gestión eficiente y ambiental de las baterías de vehículos eléctricos.

El informe plantea distintas metas a corto plazo (2030), mediano plazo (2040) y largo plazo (2050).

Asimismo, identifica aquellas actividades que facilitarían alcanzarlas, los costos de las mismas y las barreras.

Uno de los organismos responsables de llevarlas adelante es el Ministerio de Hacienda.