José Zozaya Délano pone punto final a su mandato tras cuatro años al frente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Asumió en 2020 y debió lidiar con lo más crudo de la pandemia. Los problemas de monocomponentes (microchips) frenaron la producción, pero admite que «la industria automotriz mexicana está en plena recuperación”.

Dentro de AMIA, en la que convergen diferentes actores del rubro, Zozaya Délano destacó por su figura promotora de la electromovilidad.

Durante su gestión se encargó, de hecho, el estudio Recomendaciones para la Política Nacional de Electromovilidad. Pero solo quedó en «buenas intenciones».

“Al estudio lo hicimos público, se lo hicimos saber a las distintas autoridades, pero no hubo eco dentro de la actual administración”, explica en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica.

La posición de México en la electrificación es clave: tiene una ubicación geográfica estratégica, una extensa red de proveeduría y tratados de libre comercio con diferentes regiones del mundo.

«La producción camina hacia nuevas tecnologías, a una movilidad basada en energías limpias. Es uno de los puntos que quedan pendientes en la bandeja y que mi sucesor retomará con gran interés”, afirma.

El cambio de gobierno en México también se palpa y para el ejecutivo será prioridad “adecuar al país para este tipo de tecnologías”.

Es que hoy las ventas de vehículos eléctricos e híbridos puertas adentro no alcanzan el 5%. Aunque es cierto que entre enero y diciembre de 2023 la comercialización creció un 44,3% respecto del mismo periodo del año anterior.

“Tiene que crecer de forma importante si queremos llegar a los parámetros que establecen los compromisos globales que México ha tomado”, sostiene.

Es que no contar con este tipo de tecnologías puede imponer sanciones arancelarias a los países que no cumplan y “sacar a México de la competitividad”.

Zozaya Délano resalta -por sobre todo- la importancia de la industria automotriz local. México se mantiene como el séptimo mayor productor de vehículos del mundo y puede posicionarse como uno de los grandes ganadores en la manufactura de autos eléctricos.

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Acuerdos comerciales, incentivos e infraestructura

México, Estados Unidos y Canadá están muy integrados en la fabricación de vehículos eléctricos, y para el referente mexicano se debe continuar con la integración entre países para seguir siendo competitivos a nivel global.

El sector automotriz de México exporta más del 80% de su producción, mientras que Estados Unidos y Canadá son los principales destinos para los automóviles de manufactura nacional.

Una “oportunidad de oro” es capitalizar nuevas líneas de producción de las empresas que busquen su sitio en Norteamérica y así poder escalar a los primeros puestos del ranking como productor de automotores.

Desde AMIA también han pugnado para que México adecúe la infraestructura en general: de carga y logística (puertos, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles y cruces fronterizos).

Agilizar estos cruces requiere de inversiones en la infraestructura física para ajustarse a los nuevos volúmenes de exportación e importación.

“Este es un tema relevante para que lo retome la nueva gestión y se establezca un programa nacional de infraestructura”, plantea Zozaya Délano.

AMIA estrechó, en ese sentido, lazos con el gobierno federal para que la infraestructura no colapsara y se acomodara a las necesidades de los volúmenes de importación y exportación.

Por otro lado, caracteriza como “un punto importante” al desarrollo de la infraestructura de carga para acompañar el crecimiento del parque automotor electrificado.

Y resalta también la necesidad de establecer incentivos para estimular la compra y producción de vehículos eléctricos en el país.

“Nosotros hemos insistido mucho. Hace falta que México haga lo suyo como Estados Unidos. Es importante para esta tecnología que se establezcan incentivos fiscales y no fiscales”, entiende.