El reglamento de baterías sostenibles y la posible votación del despliegue de infraestructura mínima de puntos de recarga público son algunos de los retos a los que se deberá enfrentar la nueva presidencia del Consejo de la Unión Europea.
“La Presidencia checa desempeñará un papel fundamental a la hora de llevar a buen puerto muchas de las propuestas ‘Fit for 55’ de la Comisión y, por tanto, de adaptar la legislación de la Unión a sus objetivos climáticos”, comenta la Asociación Europea de Electromovilidad (AVERE) a Portal Movilidad España.
La anterior presidencia (francesa) dejó una vara alta en cuanto a los objetivos en electromovilidad. En el último mes en que esta estuvo se votó a favor del adelantamiento del fin del motor a combustión, pasando de 2040 a 2035.
En medio de un largo debate se logró llegar a un acuerdo entre los países que componen la Unión y se votó en favor de la medida, dejando un plazo intermedio (2026) para revisar si los vehículos híbridos y los ecocombustibles prueban reducir emisiones.
“Esperamos que concluyan las negociaciones sobre las normas de CO2 de coches y furgonetas, incluida la eliminación progresiva en 2035 de los nuevos vehículos de combustión interna”, sostiene AVERE.
Ahora, la presidencia checa se enfrenta en estos próximos seis meses a decisiones claves como: concluir con las negociaciones sobre el fin del motor de combustión y la reglamentación de baterías.
Sobre la última, AVERE comenta: “Las baterías sostenibles son un factor decisivo para la electrificación del transporte europeo por carretera”.
En marzo de este año el Parlamento Europeo aprobó el proyecto legislativo sobre baterías y sus residuos. Donde proponen requisitos más estrictos en materia de sostenibilidad, rendimiento y etiquetado, introduciendo una nueva categoría: “baterías para ‘medios de transporte ligeros’ (MTL)”, patinetes y bicicletas eléctricas
Para 2024, las baterías portátiles de los aparatos, como los smartphones, y las baterías para MTL deberán estar diseñadas de forma que los consumidores y los operadores independientes puedan retirarlas por sí mismos de forma fácil y segura.
El informe también establece unos niveles mínimos de recuperación de cobalto, plomo, litio y níquel de los residuos para su reutilización en nuevas baterías.
Otro tema que deberá resolver, si es aprobado por el Parlamento Europeo en el corto plazo, es el reglamento de infraestructura de recarga pública mínima (AFIR).
“Una vez que el Parlamento finalice su postura sobre la AFIR, corresponderá a la presidencia checa iniciar las negociaciones interinstitucionales para garantizar una red de recarga densa y fácil de usar en toda Europa”, declara AVERE.
Esta votación todavía sigue sin fecha confirmada. De ser positiva su votación en el Parlamento, el Consejo pasará a tratarlo y reglamentarlo.
Otro de los puntos claves será el acuerdo entre los Estados miembros sobre la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios. “Sería esencial garantizarla porque esto se corresponde con la recarga privada”, comenta AVERE.
Por último, el transporte de mercancías: las normas de CO2 para vehículos pesados se presentarán a finales de año, y corresponderá a la presidencia checa iniciar las conversaciones sobre el expediente.
Este se trata de uno de los pasos más desafiantes, no solo porque el transporte por carretera es considerado uno de los sectores con mayores emisiones, sino por las necesidades tecnológicas con las que cuenta para renovarse.
Pese a esto, diversos estudios ya han dejado en claro que la competitividad de los vehículos propulsados por carburantes y los eléctricos o a hidrógeno verde, ya comienzan a ser una realidad.
Es así que ya se prevé que los camiones eléctricos de batería alcanzarán la paridad de coste con los vehículos con motor de combustión interna en 2025.
“Del conjunto de propuestas legislativas que se están debatiendo actualmente, no es fácil destacar una en concreto, ya que dependen unas de otras. Sin embargo, hay que conseguir que la industria tenga lo más claro posible la trayectoria para permitir la descarbonización”, destaca AVERE a este medio.
Según comentan desde la asociación, AVERE mantiene intercambios regulares con los responsables políticos de todas las instituciones europeas, en un espíritu de colaboración constructiva y de pleno cumplimiento de las obligaciones del registro de transparencia de la UE.
Este compromiso incluye conversaciones con gobiernos nacionales como el checo.
“Nuestras reuniones abarcan toda la gama de temas relacionados con la movilidad eléctrica, desde los vehículos y las baterías hasta la infraestructura de recarga, con el objetivo de lograr resultados progresivos en todos los ámbitos”, comenta.