El automóvil siempre ha sido una industria en permanente evolución pero ahora vive una auténtica revolución, con cambios, tensiones e incertidumbres en torno a los procesos de descarbonización y digitalización que van a determinar el futuro del sector a escala mundial.
De esta profunda transformación saldrán ganadores y perdedores. Para que Aragón esté entre los primeros y siga siendo uno de los territorios líderes de la actividad a nivel nacional y europeo, debe adaptarse a los retos y las nuevas tendencias, reforzar el tejido tecnológico e innovador vinculado a la movilidad y dar un salto cualitativo en su modelo de producción de vehículos.
Así lo concluye la Estrategia Regional de Automoción de Aragón (ESA), elaborada por la consultora Idon por encargo de la Consejo Aragonés de Cámaras y que ha contado con la colaboración del Ejecutivo autonómico –a través del IAF–, Mobility City y el clúster de automoción (Caar).
El documento, que fue presentado este lunes en Zaragoza, traza una hoja de ruta con seis ejes prioritarios y detalla 22 actuaciones concretas para lograr que la comunidad pueda alcanzar una diferenciación frente a otras regiones con las que compite por la captación de inversiones en este sector industrial.
El informe analiza la automoción en Aragón, un sector estratégico que supone de manera directa el 6% del PIB autonómico, el 30,4% del empleo industrial y el 35% de las exportaciones, siendo el de mayor importancia para el comercio exterior seguido del agroalimentario.
Estos datos le colocan entre las cinco comunidades autónomas donde tiene un gran peso específico, junto con Castilla y León, Cataluña, Galicia y Valencia.
Conscientes de lo que hay en juego, los principales organismos empresariales se han unido para realizar una reflexión conjunta y definir una estrategia que permita situar a Aragón en una posición de liderazgo y competitividad a nivel global, lo que garantizaría el crecimiento sostenible de esta industria, que es considerada una columbra vertebral de la economía regional.
Fortalezas y debilidades
A través de entrevistas con expertos, encuestas a las empresas del sector, talleres de trabajo y reuniones de contraste, el informe analiza las tendencias en la movilidad y en la producción, y realiza un análisis DAFO (fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas) de la situación de Aragón.
Respecto a la apuesta por el vehículo eléctrico y de hidrógeno, el estudio ha detectado una buena disponibilidad por parte de las empresas del sector energético y distribuidor.
Aragón dispone de gran capacidad de producción eléctrica renovable, así como un conocimiento y experiencia de primer nivel en tecnologías del hidrógeno.
Y, en este sentido, ya hay empresas que han mostrado su interés en el desarrollo de productos e infraestructuras de carga para que los vehículos de cero emisiones sean una realidad en la comunidad a corto plazo.
De los seis ejes de actuación que articulan la hoja de ruta, el más importante es de carácter transversal y consiste en la definición de la gobernanza de la estrategia, algo que se considera «imprescindible» para su ejecución.
Entre las carencias que se detectan destacan los problemas de conectividad en los polígonos industriales y la falta de desarrollo de 5G, así como la debilidad de no tener en Aragón los centros de decisión de la matriz automovilística Stellantis y los principales proveedores.
«Nos jugamos mucho en exportaciones, empleo y prestigio», afirmó el vicepresidente de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, en la presentación del informe.
A su vez, fue quien confió en que la planta de Stellantis de Figueruelas se beneficie de las ayudas millonarias del PERTE (proyecto estratégico público-privado para la recuperación y transformación económica) del coche eléctrico, lo que «empujarán a todo el sector» de la comunidad.