Diana Guzmán, directora general de Políticas para el Cambio Climático de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), indica que se quintuplicará el porcentaje objetivo de ventas de vehículos eléctricos ligeros y de carga hacia 2030.
“Las metas establecidas por la Estrategia Nacional para la Movilidad Eléctrica (ENME) establecen la mitigación de entre cinco y siete millones de toneladas de dióxido de carbono. Esto equivale a la incorporación de entre 800.000 y 100.000 vehículos pesados o de pasajeros”, declara la funcionaria.
Y agrega: “Las ventas van a cambiar de 10% a 50% y, por ende, el número de toneladas de dióxido de carbono también. Estamos trabajando en este recálculo”.
Esto se debe a los compromisos asumidos por el Estado mexicano en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27), en donde el canciller Marcelo Ebrard dio a conocer las pretensiones del país azteca en materia de objetivos.
Los mismos apuntan a aumentar los compromisos asumidos en conferencias anteriores y reducir las emisiones de 22% a 35% para 2030.
Este último porcentaje inclusive supera a los indicados por la SEMARNAT a principios de noviembre, donde desde la cartera se anunciaba un 30% de reducción de gases de efecto invernadero.
“Esperamos que a 2030 tengamos participación de vehículos eléctricos en el transporte público de las ciudades con peor calidad del aire. También que se cuenten con sistemas de carga pública para las principales ciudades y carreteras”, amplía Guzmán.
Añade: “También estamos trabajando en la normativa para la homologación de cargadores eléctricos”.
Esta aceleración en las metas impacta en los objetivos a mediano y largo plazo.
Tal es así que hacia el 2040, la ENME tenía prevista la ocupación del 50% de vehículos eléctricos en las ventas.
En función de esta definición, hacia esa fecha, el objetivo será del 75%.
También se apunta a contar con redes sólidas de carga en las 10 ciudades principales del país (públicas y homologables) y también en carreteras.
Hacia el 2050, se vislumbra en el horizonte mexicano un 100% de la oferta automotriz compuesta por vehículos ligeros y pesados híbridos conectables y cero emisiones.
Además, se aspira a que la infraestructura llegue a un centro de carga cada dos km.
Demás está decir que el aumento de ambición en las metas sobre reducción de GEI y en materia de electromovilidad, por consecuencia, trae consigo la necesidad de generar energías renovables para poder sustentar las transiciones.
Es por eso que México se comprometió a aumentar la generación de renovables durante los próximos ocho años, tales como energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, con el objetivo de llegar a los 40 gigawatts.
Esto implicaría incorporar más de 25 GW de nueva capacidad a la actual matriz energética. Con ello se reduciría la emisión de 52 MtCO2 al año.
Esta meta se llevará adelante en una estrategia conjunta con Estados Unidos, junto con el cual se invertirán USD 48.000 millones de dólares para la generación de energías limpias.
Cabe recordar que la ENME la integran no sólo las dependencias gubernamentales como la SEMARNAT o la Secretaría de Relaciones Exteriores, sino que está conformada por agencias y organismos internacionales, asociaciones, academia, empresas y ONGs.
Estos actores son los que trabajan sobre los ocho ejes que componen la estrategia. Se trata de cuatro sectoriales y cuatro transversales.
En el primer grupo se ubican los siguientes ejes de trabajo: transporte público, de carga, ligeros y motocicletas y movilidad alternativa.