A la par del auge de los buses eléctricos en Barcelona, se nota una amplia diversidad de marcas y estándares de información, cuestiones que dificultan el acceso a los datos relacionado con el rendimiento real de cada vehículo.
En este marco, Israel Vallejo, responsable de departamento de TMB Barcelona, hace énfasis en la necesidad de que se regule la gestión de la “big data” de los autobuses.
“El fabricante habilita a los gestores de las flotas a acceder a tan solo una porción de los datos por medio de un conector, por ello la información que se puede recolectar es muy pobre y no hay una norma que regule todo esto”, explica en este sentido.
Desde la empresa se ha desplegado un proceso de recolección y gestión de los parámetros a los que han podido acceder, para poder generar una red propia de gestión.
Pese al descontento que gira en torno al acceso a la información, reconocen el hecho de que no es seguro permitir que se conozca libremente esta información.
Algunos mensajes están tipificados y otros no. Los datos más relevantes relacionados a las recargas de energía, el estado de las batería y su desempeño frente a los cambios de temperaturas son un misterio.
Debido a esto, los operadores no pueden desarrollar un panorama del estado de salud de sus unidades, generando incertidumbre y trabajando con la posibilidad de que de un momento a otro dejen de rendir al 100%.
Asimismo, desde TMB Barcelona entienden que “una realidad es que los fabricantes están igual de verdes que los operadores en lo que respecta a buses eléctricos”.
Es así, que destacan que si bien la incorporación indiscriminada de unidades favorece al crecimiento del transporte público eléctrico, la realidad demuestra también que la variedad de estándares de “big data”, genera dificultades al momento de generar una estrategia para este tipo de flotas.
La apuesta por los buses de cero y bajas emisiones
Durante el 2021, TMB Barcelona ha logrado que un 65% de su flota de buses se ubique dentro de segmentos propulsados por gas natural, la electricidad y el hidrógeno.
Con esta experiencia, se prepara para este año incorporar 508 autobuses de energías limpias, de los cuales 233 serán eléctricos y 46 de hidrógeno.
De esta manera, la apuesta por un futuro más verde se traduce también en el impulso y puesta en servicio de una hidrogenera abierta al uso público y la construcción de una cochera verde en Zona Franca.
La misma funcionará para 550 vehículos, digitalizando la gestión y operaciones, eficiencia energética y utilización de energías renovables.