Roberto San José Mendiluce se convirtió en 2011 en el primero en trabajar con un taxi eléctrico en España.
Con el fin de transmitir los beneficios medioambientales y la rentabilidad que ofrece la electromovilidad adquirió un Nissan Leaf.
Siendo uno de los primeros coches electrificados que ingresaron al país, la empresa dudó en vendérselo.
“Tenían miedo porque iba a ser para taxi. No sabían qué resultado iba a tener y podía crear mala prensa”, relata el conductor.

Roberto San José Mendiluce junto a su primer taxi eléctrico
12 años después, algunos taxistas decidieron sumarse a esta tendencia.
“Ahora en Valladolid somos nueve”, asegura Mendiluce, refiriéndose a la ciudad donde reside.
Según la plataforma Free Now, a nivel nacional la flota de estos vehículos se multiplicó por siete en el año 2021.
Únicamente en Madrid circulan más de 15.000 taxis y de ellos, poco más de 300 son completamente eléctricos. Es decir, menos del 2%.
Taxi Eléctrico versus a combustión
Según los cálculos que realizó, su primer vehículo de gasoil, el Volkswagen Touran, le costó 24.000 euros.
En cuatro años y medio recorrió 320.000 km y, además de los gastos de mantenimiento, invirtió € 30.000 en combustible.
Mientras que al Nissan Leaf lo pagó 30.600 euros y a los 354.000 km hizo el primer cambio de batería.
En tanto, para recorrer 323.000 km abonó € 5.039 en recargas.
Actualmente, maneja un Hyundai Ioniq que obtuvo de segunda mano, cuyo coste de compra fue de € 30.000.
Hasta el momento lleva invertidos 2.380 euros en mantenimientos y € 4.264 en consumo eléctrico (11 kW/100 km).
“A lo largo de estos años he recorrido más de 600.000 km sin haber consumido una sola gota de combustible”, confirma.
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— Brubaker Nissan (@TaxiNissanLeaf) October 2, 2021
No obstante, remarca que sus colegas se muestran reticentes a cambiarse al coche electrificado y no precisamente por la falta de incentivos estatales, como el Plan Moves:
“Creo que el mayor problema que hay en el sector del taxi no es el tema de las ayudas, sino la poca concientización. El sector es muy reacio a los cambios”.
Además, expresa: “El problema no está en el precio, sino en la mentalidad. No entienden que los vehículos eléctricos son rentables, duran y para nuestro trabajo son la mejor herramienta”.
No así, declara que en el último tiempo el rubro comenzó a incorporar el híbrido.
“Pero es un motor de combustión, tiene mantenimiento y averías. Entonces la diferencia de precio entre un híbrido y un eléctrico, que antes era menor, hoy en día es similar”, insiste.
Puntos de recarga inoperativos o con falta de mantenimiento
Con respecto a los cargadores, el taxista dice que es notable el cambio que hizo España en estos últimos 12 años.
Al principio, debía ir a cargar su coche a la concesionaria de Nissan. Ahora, “Valladolid cuenta con aproximadamente 10 o 15 puntos de carga rápida”.
Pese a sostener que la red de carga del país le permite a los vehículos electrificados circular cómodamente, Mendiluce aclara:
“Por desgracia, de los puntos de carga que están instalados algunos están inoperativos porque no fueron dados de alta por la compañía eléctrica”.
Asimismo, revela: “O les falta mantenimiento, es decir, están averiados y no se reparan. Algunos de ellos son públicos, del ayuntamiento”.
En cuanto al método de gestión de recarga, asegura: “Se podría avanzar más rápido. Portugal y Francia nos llevan muchos años de ventaja”.
Para el conductor, el sistema se debería unificar:
“Es incómodo que cada operador tenga su propia tarjeta de carga o aplicación, y que no puedas utilizarla en cualquier punto de recarga”.
Roberto San José Mendiluce cargando su Nissan Leaf
Por su parte, el taxista cuenta con un cargador propio en su casa: “He contratado un Wallbox Pulsar de 5 kilovatios”.
La estrella de la empresa cuenta con un diseño enfocado en la carga inteligente de vehículos eléctricos.
A su vez, tiene un tamaño increíblemente pequeño que permite acceder a una gran potencia.
“Su ventaja es que te conectas con el móvil y tienes un portal donde puedes ver las gráficas de carga y un historial con todo lo que has consumido”, explica Mendiluce.
Por ende, subraya que el eléctrico es una buena opción para el sector:
“Aunque es verdad que son un poco más caros, hay que verlo como una inversión. Tendrás mejor rentabilidad, un mejor trabajo y, sobre todo, más seguridad”.