El Gobierno de República Dominicana lleva adelante un programa en colaboración con Euroclima, con el objetivo de crear un marco habilitante para la incorporación de autobuses eléctricos en la capital del país.
A raíz de esta iniciativa se realizaron tres proyectos de consultoría, cada uno con una línea de acción diferente, que incluía gestión de riesgos forestales, movilidad sostenible y estrategias de adquisición de flotas públicas.
Luz Alcántara, encargada del departamento de mitigación del Consejo Nacional para el Cambio Climático, en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica afirma: «Se trata de un proceso de diseño que busca establecer una estrategia y desarrollar un proyecto piloto para la implementación de 130 buses eléctricos».
Es importante señalar que el número de unidades a incorporar es una estimación que, a futuro, se alineará con el plan general de movilidad y la estrategia de transporte público en Santo Domingo.
La cifra aproximada se determinó considerando tanto la capacidad actual como la demanda del sistema de transporte, además de tener en cuenta la infraestructura disponible y la capacidad de carga eléctrica en la ciudad.
De todas formas, a pesar de los avances, la fecha para comenzar su implementación aún no está definida.
«Primero avanzamos con la creación de marcos habilitantes, donde se requiere información, para entonces iniciar la implementación», asegura Pamela Abreu, analista de mitigación en el Consejo Nacional para el Cambio Climático.
Vale recordar que la primera fase del programa comenzó en mayo de 2023 y terminó en marzo de 2024.
La segunda etapa se encuentra programada para iniciar aproximadamente en junio de 2024 y, en principio, tendría una duración de 24 meses.
Algunos datos relevados en las consultorías para incoporar buses eléctricos
Según la consultoría realizada por Evectra, el objetivo primordial de esta actividad es optimizar los procedimientos de mantenimiento de vehículos, contemplando tanto la capacitación en talleres como la potencial externalización de estas funciones.
Se buscará deshacerse de los autobuses en mal estado y sin funcionamiento para liberar espacio en los patios, facilitando así una transición más fluida hacia una flota eléctrica y una infraestructura de recarga eficiente.
Para abordar esta tarea de manera efectiva, es crucial considerar las características actuales del servicio de OMSA en Santo Domingo.
Del mismo modo, salieron a la luz detalles operativos indicados en la consultoría con la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT).
Con base en la experiencia de EMT, la autonomía de los vehículos debería ser suficiente para cumplir con el máximo número de horas en servicio sin necesidad de recarga intermedia, que es de 16 horas. Esto suponiendo que las unidades salgan con la batería completamente cargada.
Además, en el caso de recargas diurnas, se establece un intervalo horario de 10 horas, desde las 9 hasta las 19 horas aproximadamente, con el fin de optimizar la carga utilizando energía solar.
La recarga en el patio se realiza en un tiempo mínimo de 180 minutos, con un máximo de 12 minutos para el proceso de «toma y deja» del vehículo.
Con respecto a la financiación del programa, en principio, el Estado se encargaría de adquirir los primeros autobuses eléctricos, posiblemente con financiamiento del Banco Mundial u otras fuentes que ofrecen préstamos blandos.
Sin embargo, la compra de autobuses no es el único aspecto considerado. También se está analizando qué corredores serían más adecuados para la implementación de estas unidades.
Asimismo, se debaten los resultados del proyecto relacionado con las estaciones de carga para determinar su compatibilidad con el plan general. Todavía están en la fase de análisis y evaluación, según comenta Luz.
Otro aspecto importante de esta iniciativa es determinar qué buses serán reemplazados, ya que no todas las flotas serán cambiadas por completo.
La realidad es que no tiene sentido reemplazar vehículos que aún están en funcionamiento y poseen vida útil, como aquellos adquiridos entre 2015 y 2020.
Por lo tanto, el enfoque debe estar en reemplazar los autobuses que ya han cumplido su función y están fuera de servicio, explica Luz Alcántara.
Y añade: «El objetivo es que los nuevos autobuses sean eléctricos o, al menos, híbridos, ya que se reconoce que no se puede pasar de una tecnología obsoleta a una completamente moderna de forma abrupta».
En relación con ello, otra institución interesada en este programa es la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA).
La misma también está involucrada en esta consultoría, ya que es importante para concretar su plan de incorporar buses eléctricos a su flota.
Así lo afirma Hugo Beras, titular del Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTRANT), mientras precisa que se analizan los terrenos de propiedad del ente para instalar un patio de carga.
“Se va a hacer una renovación de toda la flota de servicios de autobuses”, indica Beras.
Y suma: “Se concentrarán entre 200 y 300 autobuses en un patio de carga y se están encarando los procesos para avanzar en la estructura”.
Los espacios que se estudian se ubican en Santo Domingo y Santiago.