Las exigencias para las homologaciones en el continente europeo son de las más exigentes junto a la estadounidense del mundo, pero eso no parece ser un impedimento para los coches eléctricos. Ahora sí, con la Euro 7 parece serlo para los vehículos térmicos.
Las medidas en seguridad y medioambientales que debe tomar un fabricante, no difieren mucho entre un eléctrico y uno a combustión interna. Si lo hacen en la medición de gases contaminantes y en la seguridad eléctrica de las baterías.
“Desde el punto de vista del fabricante no son unos requisitos leoninos, que no se puedan llegar a cumplir. En el gran picture no veo más compleja la homologación de un vehículo eléctrico que la de un vehículo térmico”, determina Luis Alcázar, Director General del Grupo ANT 1988.
Alcázar va más allá y expresa que debido a la introducción del estándar de fabricación “Euro 7”, que regula la cantidad de sistemas anticontaminantes que deberá llevar el motor térmico: “complica las cosas para esta tecnología”.
El objetivo de esta norma es claro: que para esa fecha -2035- las emisiones de NOx de los coches y furgonetas se reduzcan en un 35% y en un 56% para autobuses y camiones. En cuanto a las partículas, deberán reducirse en un 13 y un 39% respectivamente.
Fuentes del sector han señalado a Portal Movilidad España que, a partir de esta medida, la industria de la automoción se encarecerá y hará “más competitivos” a los coches eléctricos.
Por un lado, si un fabricante desea invertir en un motor diésel no tendrá tiempo de amortización. Y por otro, el de gasolina será el que sí tendrá una apuesta en dinero, pero su precio se incrementará.
En principio, se elevará debido a que sus motores deberán tener una tecnología muy superior a la que hoy tienen. Es así que los productores de vehículos deberán encarecer el coste para continuar obteniendo ganancias.
“En Europa están muy acostumbrados a un nivel de homologación exigente al tratarse de un vehículo de combustión o eléctrico, salvo aquellos casos particulares para las partes y piezas, que son distintas”, aclara Alcázar.
En donde si es restrictiva la norma al tratarse de eléctricos es en cuanto a su batería. Se trata del sistema de control de recarga de la batería que está bastante evolucionado y tendencia corre a una economía circular.
En los próximos años, según detallan desde Grupo ANT, se incorporará en la homologación europea una serie de requisitos en cuanto al tratamiento de los vehículos eléctricos al final de su vida.
Irá dirigido principalmente a las baterías. En cuanto a la reutilización de sus baterías se presentan como el factor más contaminante a la hora de fabricar el vehículo. Alcázar comenta que tiene niveles de emisiones hasta más altos que un vehículo térmico.
¿Qué sucede con el fabricante extrangero? “Desde el punto de vista de complejidad de proyectos te diría que es hasta casi más simple hacer el desarrollo de un vehículo eléctrico para un fabricante extracomunitario y sería más difícil lograr la aprobación de un motor térmico”, explica el Director General de Grupo ANT.
Y no solo eso sino que es más costoso incorporar la tecnología que depende de combustibles fósiles que un vehículo plenamente electrificado al mercado.
Alcázar para dejarlo más claro, comenta: “Es ahora que se está produciendo el verdadero desembarco masivo de fabricantes chinos en Europa y es con la incorporación de vehículos eléctricos”.
Es verdad igualmente que algunos fabricantes ingresan al mercado con sus coches de combustión, como puede ser el caso de Chery, pero son los menos.