“¿Qué paga las facturas? Los vehículos de combustión”, define Gerardo Pérez, presidente de la asociación de concesionarios Faconauto.
El directivo asegura que la movilidad eléctrica al 100% llegará a futuro pero que actualmente se está buscando acortar esos plazos de manera forzada, lo que termina perjudicando a las empresas, al consumidor y a los trabajadores del sector.
En ese sentido, la apuesta que sugiere Pérez es seguir por el motor de combustión “moderno”, de bajas emisiones, y no perder de vista el rol del vehículo híbrido como paso intermedio.
“El cliente los compra porque es una opción razonable y sensata: hoy sirven para circular en eléctrico en ciudad y de combustión en los largos trayectos”, define.
Según el titular de Faconauto se busca “atacar” de manera desmedida a la combustión cuando la transición a la movilidad eléctrica aún está lejos de ser una realidad.
Como predicción, los datos que maneja la patronal para 2021 indican que se venderán 12 mil coches eléctricos de un total de 1 millón y que, para 2022, se venderán casi 14 mil de un total de 1,2 millones.
“Los motores de combustión hoy pagan la factura de los empleados, de la administración y del desarrollo tecnológico que va a permitir que la movilidad eléctrica sea una realidad”, afirma.
Los pedidos de Faconauto para la llegada de la movilidad eléctrica
La visión de la patronal es que, para que se pueda llegar a implantar en gran escala, la electrificación vehicular requiere de una serie de condiciones que actualmente no se están cumpliendo:
- Puntos de recarga en domicilios.
- Infraestructura de recarga pública de un estimado de 350 mil puntos en toda España, mientras que actualmente hay 8 mil.
- Dar tiempo a un mayor desarrollo tecnológico que permita más autonomía en los vehículos.
- Una bajada de precio ya que actualmente los coches de esta modalidad son un 30% más caros.
- Una mayor renta per cápita que otorgue a España las mismas oportunidades que otros países de Europa como Alemania.
“Esto nadie lo quiere abordar: se quieren saltar un montón de pasos”, puntualizó Pérez en el contexto del XXX Congreso&Expo de Faconauto.
Actualmente, el vehículo eléctrico es utilizado como segundo vehículo familiar, lo que lo hace una presencia no prioritaria en la población. Para esto, el experto llama a normativas que excedan a Madrid y Barcelona para fomentar su penetración.
Otro punto resaltado es la necesidad de una tarifa de luz acorde ya que hay clientes que temen que, a futuro, el vehículo eléctrico resulte más caro que los de combustión.
La defensa del vehículo de combustión
La patronal aboga por no prohibir el vehículo de combustión, a fin de dar “tiempo al desarrollo” de las nuevas tecnologías de la movilidad. En ese sentido, el titular definió que la normativa europea hará que “colapse” la industria ya que impone objetivos imposibles de cumplir en materia de emisiones.
Una crítica planteada en el congreso fue que las medidas de restricción al vehículo de combustión, como el prohibir circular en determinadas zonas o mayores tarifas de peaje, no están logrando una transición al vehículo eléctrico, que aún permanece como opción “de nicho”.
“Estamos haciendo una transición ecológica alocada con unos plazos que dañan a la industria”, manifiesta Pérez, quien considera que se está alejando la movilidad del poder adquisitivo del ciudadano.
En ese sentido, llamó a no culpar el motor de combustión y a revalorizar el rol de los híbridos como alternativas intermedias.
“Hemos conseguido parar que la etiqueta ECO de la DGT fuera solo para los 100% eléctricos, porque el esfuerzo que hace la persona que se compra un híbrido enchufable no es igual que el comprar un vehículo de combustión”, define Pérez.
Asimismo, el representante de la asociación de concesionarios asegura que se necesita una reforma fiscal y que se elimine el impuesto a la matriculación y el IVA al vehículo eléctrico, además de que los planes del gobierno apunten a las PYME golpeadas por la pandemia.
“Los fondos de recuperación no pueden ser para que la multinacional se haga acreedora: espero que las pequeñas y medianas empresas también los reciban para digitalizarse y mejorar”, reclama.