El alcalde socialista de Palma, José Hila, gasta un millón en cinco silenciosos camiones de basura eléctricos para el centro, mientras mantendrá la actual flota de vehículos diésel para el resto de barrios de la ciudad, fuera del centro histórico, turístico y comercial.
Una medida que no hace más que ahondar en la política de gentrificación del casco antiguo de la capital balear, impulsada por el actual gobierno de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos presidido por Hila.
Un enclave convertido en una de las zonas más exclusivas de la ciudad donde el acceso a la vivienda por parte de los residentes es tarea casi imposible lo que está provocando, su expulsión y marcha a otros barrios de la capital balear, quedando el centro en lugar de residencia para las personas de mayor poder adquisitivo en su mayor parte extranjeros.
La compañía municipal presidida por el concejal socialista de Movilidad, Ramón Perpinyà, ya ha aprobado y sacado a concurso el pliego para su adquisición.
En estas bases Perpinyà refleja los motivos que se encuentran detrás de esta decisión que se adopta en exclusiva para los barrios de la zona centro apuntando la necesidad de «acelerar la implementación de zonas de bajas emisiones (ZBE)», en el amplio espacio del centro histórico.
Todo esto, asumiendo Emaya su compromiso con los servicios de limpieza y recogida con vehículos con cero emisiones, canalizando las inversiones necesarias para la provisión de un sistema de transporte digital y sostenible.
La compañía municipal requiere que estos vehículos eléctricos cuenten con equipo de alta a presión que puedan realizar las funciones de limpieza de puntos de aportación, contenedores, escaleras, y zonas peatonales del centro histórico.
Estarán equipados con un equipo de agua a presión y un depósito de agua limpia, que le permite realizar los trabajos reseñados.
Los camiones de caja abierta deben poder desempeñar el servicio de recogida de trastos mañana y noche, tanto en vía pública como domiciliaria.
Para ello deberá ir equipado con una caja alta basculante para recogida de voluminosos e incorporar una plataforma elevadora en la parte posterior.
Por lo que hace referencia los vehículos con caja recolectora se destinarán a las tareas de recogida de las fracciones de rechazo (RSU), papel/cartón, vidrio, envases y orgánica.
Estos camiones eléctricos tendrán un impacto especialmente positivo, más allá de la eliminación de emisiones asociadas, por la reducción de ruidos, especialmente en los horarios nocturnos.
En este sentido Perpinyà recuerda que el 23 de febrero de 2022 se publicó la Resolución provisional de la Secretaría General de Transportes y Movilidad de concesión del Programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, donde se resolvió la concesión de ayudas a esta actuación, según informó Ok Diario.