En este 2023 las Zonas de Bajas Emisiones han llegado para quedarse. Unas 149 debían aplicarlas al comienzo de este ciclo, pero no todas han llegado a hacerlo.
Pese a ello, el debate en torno a ellas sigue su curso y en este caso es Jorge Ordás, subdirector general de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la Dirección General de Tráfico (DGT), quien llama a descentralizar la visión sobre su aplicación.
«No todas las ciudades son Madrid o Barcelona. Hay que ser capaces de saber informar cómo van a estar dispuestas estas zonas”, apunta.
Hace ya tiempo, ambos Ayuntamientos han comenzado a aplicar las restricciones en el centro de sus zonas urbanas, por ello cuentan ya con un conocimiento que en otros lugares no se posee.
Desde la óptica del vocero de la DGT, se debe colaborar para no trasladar los problemas que pudieran generarse en un municipio que implemente una ZBE a otro vecino.
La cuestión de la información es punto clave para Ordás y esto no es casual, ya que a principios de este año se ha dado a conocer que al menos el 50% de los españoles desconoce cómo funciona este tipo de medidas.
Esto, aunque ocho de cada diez se muestran a favor una vez que conocen los detalles, según ha revelado un estudio realizado por la compañía de movilidad Alphabet.
Con el nuevo año, la entrada en vigor de la nueva Ley de Cambio Climático obligará a los municipios de más de 50.000 habitantes a implementar Zonas de Bajas Emisiones, impidiendo el acceso al centro urbano a los vehículos más contaminantes.
Esta medida afectará a más de 150 municipios españoles que se unirán a ciudades como Madrid y Barcelona, en las que las ZBE ya son una realidad.
Sumauto, portal especializado en motor, estima que de los 11,5 millones de vehículos que circulan por estas localidades, casi cuatro millones dejarán de poder desplazarse por el centro urbano tras la implantación de la ZBE.
El 80% de los encuestados por Alphabet se muestra de acuerdo, aunque tres de cada diez expresan que solo la respaldan si no afecta a su propio coche.
Más del 37% de los españoles desconoce qué distintivo tiene su vehículo, una proporción que asciende al 43% si solo se consideran los habitantes de los municipios con menos de 100.000 habitantes que se verán afectados por esta medida.
Frente a estos datos, parece vital que el foco de trabajo esté puesto en que los Gobiernos locales se centren en saber comunicar de qué va esta reducción del ingreso en ciertas zonas.
Y no solo ello, el directivo de la DGT señaló que, a la vez, hay que disponer de una oferta potente de movilidad para que el ciudadano tenga muchas opciones a su disposición.
«No va de multar. No va de demonizar modos de transporte», asegura.