Latam | Opinión
martes 04 de abril de 2023
Opinión: La huella mínima
Joan Hinojo Director General de Circontrol.
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La electromovilidad lleva años en crecimiento. Sin duda, el nivel de tecnología actual en los vehículos eléctricos rivaliza claramente con el de los vehículos de combustión, y el coste, aunque aún inicialmente superior, se amortiza claramente con el tiempo al ahorrar en combustible y en mantenimiento.

Sin embargo, no hace falta recordar que hasta hace bien poco los verdaderos defensores del vehículo eléctrico eran aquellos conductores preocupados por la sostenibilidad e interesados en reducir su huella de carbono. Pues bien, estos originarios defensores, los pioneros de la movilidad limpia, están de celebración por un fenómeno en boga en los últimos años: la unión de la movilidad sostenible con las energías renovables.

Si la popularización de la movilidad eléctrica ha sido una pendiente en continuo ascenso, la de su unión con la generación distribuida de energía renovable es una verdadera rampa de crecimiento exponencial.

Como muestra, un dato extraído de la última Encuesta Nacional de Conductores de Coche Eléctrico, referida a cargadores en España y llevada a cabo por All Media Consulting: el 65% de nuestros usuarios de cargadores de vehículo eléctrico en España tenían interés en instalar energías renovables en su hogar.

Y tiene todo el sentido del mundo: si escogemos un vehículo eléctrico por su sostenibilidad, ¿por qué no potenciarla generando nuestra propia energía verde?

Se trata, por supuesto, de la búsqueda de la que, al parecer, será la constante del siglo XXI: la huella mínima de carbono en nuestras vidas.

A estas alturas ya son extremadamente pocos los que niegan la existencia del cambio climático, y a medida que esta dura realidad se ha ido aceptando parece que muchos han palidecido ante la idea de ver un problema tan complejo y hacer poco o nada por remediarlo.

Aunque las administraciones de todo el mundo van potenciando cambios progresivos, en muchas ocasiones éstos no parecen mantener el ritmo de subida del termómetro.

Por ello, de la misma manera que la viabilidad del coche eléctrico apareció como una manera evidente de aportar nuestro granito de arena a frenar el aumento de las temperaturas, reduciendo nuestra generación de CO2, en los últimos años se ha hecho evidente que la generación de la energía en el propio hogar con fuentes renovables como el sol es el próximo hito de la contribución individual a la sostenibilidad.

Diseñar soluciones que mejoren y optimicen la generación de energías renovables y la recarga de vehículo eléctrico era simple cuestión de tiempo.

Por todo esto, no sorprende en absoluto el dato del que hablábamos antes: los ciudadanos, en tanto que consumidores, estamos haciendo un cambio de prioridades.

Cada vez somos más los que optamos por prescindir de la acumulación excesiva e innecesaria de bienes y servicios low cost de las últimas décadas y nos decidimos por el consumo consciente y la inversión a largo plazo de aquello que realmente nos interesa, y esto es más evidente en el campo de la sostenibilidad energética que en ningún otro lado.

Como otro indicio de este interés por las soluciones limpias, contamos con las tendencias de mercado: según el EVO Report 2022 publicado por BloombergNEF, el mercado global de la infraestructura de recarga de vehículo eléctrico espera llegar a los 13.100 millones de dólares en 2023, representando una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de un 27% entre 2020 y 2023.

También en el mismo informe se indica que el número de cargadores privados llegará a los 45 millones en 2030. En el mismo sentido, el mercado de las placas fotovoltaicas seguirá creciendo en los próximos años, y según otro estudio llevado a cabo por la Agencia Internacional de la Energía (IEA) lo hará un 10% entre 2023 y 2026, llegando a una capacidad instalada total de 1.800 GW para ése último año.

Este aumento está impulsado, especialmente, por la demanda creciente de energía limpia.

En resumen, este es quizás uno de los matrimonios más bien avenidos de la historia de la tecnología, y desde Circontrol lo celebramos sacando al mercado precisamente un dispositivo que hace los honores de unir recarga de vehículo eléctrico y generación fotovoltaica de forma directa, para facilitar la vida a los que velan por la huella mínima.

Y es que es fundamental que el cambio, además de relevante, sea cada vez más sencillo para el consumidor si queremos facilitar el paso hacia un mundo más limpio. Al fin y al cabo, por eso precisamente llevamos 25 años fabricando cargadores de vehículo eléctrico.

Aunque quede mucho camino por recorrer, no dudamos ni un segundo de que el futuro cercano no sólo será eléctrico, sino que será verde. La importancia de las energías renovables será indiscutible. Ha llegado el momento de aprovechar todo el potencial que sabíamos que tenían las fuentes naturales para generar energía, y el futuro es ahora.

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