Hoy en día casi todas las automotrices disponen de modelos eléctricos y/o híbridos enchufables dentro de su oferta de productos.
Como es conocido, estos vehículos requieren un menor mantenimiento que los vehículos a combustión, pero no obstante ello es evidente que a medida que se vaya incrementando la demanda existirá la necesidad de contar con determinadas capacidades para realizar diagnósticos o reparaciones con conocimientos sobre componentes y sistemas que esta nueva tecnología requiere.
En ese sentido tanto concesionarios oficiales como talleres, deberán contar con personal con formación técnica específica, como por ejemplo, en seguridad eléctrica, electromecánica, ingeniería mecánica, etc., para diversos trabajos como ser la desconexión del sistema y la verificación del aislamiento y la tensión.
Asimismo y como ejemplo, los vehículos eléctricos disponen de un sistema de refrigeración de sus baterías, que requerirán la revisión y sustitución del líquido., cambiar su líquido de frenos, así como pastillas y discos de freno aunque el desgaste sea poco dado el uso del freno regenerativo, amortiguadores, filtros de habitáculo y neumáticos.
Lo mismo ocurre ante la necesidad de reparar la carrocería debido a que si bien los procesos son los mismos que los de un vehículo convencional, se necesitan determinados conocimientos para evaluar la seguridad de la reparación como así también los sistemas eléctricos.
Por otro lado será necesario contar con espacios, herramientas y equipos específicos de chequeo para operaciones con baterías, cableado y equipos de protección para alta tensión.
Ello incluye conocer todo lo relacionado a piezas específicas, tales como el inversor, voltaje de la batería, como así también la práctica sobre cómo usar diversas piezas y herramientas que son diferentes a las habituales.
Además de concesionarios que ofrecen servicio técnico y talleres, existen otros actores involucrados dentro del ecosistema de conocimientos sobre mecánica que indudablemente necesitarán generar un cambio en el mediano plazo, como ser las empresas de auxilio mecánico, la paulatina reconversión de la infraestructura para aquellos países de la región donde es obligatorio circular con la verificación técnica vehicular., inspectores de seguros, autopartistas, entre otros.
En ese sentido, también resulta imprescindible incorporar contenidos oficiales de capacitación en escuelas y universidades técnicas con nuevas oportunidades de desarrollo laboral, como así también generar un intercambio de información dirigido a los tomadores de decisión dentro del gobierno bajo un esquema de colaboración entre sector público y privado.
En conclusión y teniendo en claro que la industria automotriz viene teniendo un proceso creciente de transformación hacia la electrificación del transporte, ello obliga a generar nuevas formas de servicios que serán necesarios para los usuarios, dado que el motor convencional dejará de ser un problema.
Si bien es una realidad que con la llegada masiva de vehículos eléctricos habrá menos demanda de reparaciones comparado con los vehículos a combustión, ello también supone implementar cambios generando nuevas oportunidades para aquellos que tengan un enfoque de largo plazo y que por sobre todo, sepan adaptarse.