Ecuador | Aviones
martes 14 de julio de 2020
Nueva Ley más financiamiento: Los programas que acelera Ecuador para electromovilidad
Luis Paredes, Ingeniero Eléctrico, Magíster en Gestión de Energías y candidato a Ph.D. en Ingeniería Eléctrica, analizó las medidas que se están promoviendo para desarrollar la electromovilidad en el país.
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¿Ecuador está preparado para que la movilidad sin emisiones sea masiva?

Desde el punto de vista de infraestructura estamos listos. Con una política de Estado integral y robusta se podría incentivar la migración. El usuario no tendría problemas al conectar el auto a la toma de energía de su casa. Tenemos un 98% de cobertura de electricidad en los hogares, y hasta 10 kW de potencia es viable.

¿Qué se está realizando para la promoción?

Ecuador es el primer país en tener una ley de eficiencia energética con miras a reducir el consumo de combustibles fósiles, particularmente diésel. Está vigente desde marzo de 2019 y manifiesta que todo el sector del transporte público masivo en la parte urbana tiene que ser eléctrico desde 2025.

¿El sector energético está en condiciones de enfrentar la demanda?

Desde el punto de vista de la oferta, es decir, de la matriz energética de electricidad que tenemos no hay inconvenientes para la migración del 100%, incluso masiva, hasta 2025, del parque automotor en lo que corresponde a autobuses que se dediquen al transporte público de pasajeros.

Los números a enero del 2020 indican que más del 90% es energía renovable no convencional, particularmente hidráulica, energía solar fotovoltáica, eólica y un poco de biomasa.

El 10% restante es de generación térmica por motivos de seguridad en operatividad de los sistemas eléctricos solo por la respuesta rápida que tiene para la inyección de potencia reactiva y para control de tensión.

¿Cómo impactaría esto?

En la investigación de mi maestría hicimos un cálculo de emisiones equivalentes de CO2 y se vio que habría una repercusión significativa porque el mayor contaminante es el sector de transporte. Incluso, dentro de la matriz energética ecuatoriana, considerando todos los energéticos, el sector de transporte representa el 46%.

Por ello es importante trabajar en medidas que minimicen el consumo de combustibles fósiles que al final son contaminantes del medioambiente.  Inclusive por factores de rendimiento, en movilidad eléctrica, podríamos tener mejoras y no tendíamos problemas en el abastecimiento de energías.

¿Qué incentivos brinda el Gobierno?

Con la ley de eficiencia energética se ha establecido mecanismos de incentivo hacia los usuarios. Si queremos comprar un auto eléctrico pagamos 0% de IVA y se tiene otros beneficios. En el caso de Quito existen restricciones para circular con el vehículo particular, se puede salir según el número de la patente. El auto eléctrico puede salir todos los días.

Complementariamente, se está revisando en Asamblea una ley que es exclusiva de movilidad eléctrica. Una de las propuestas son los incentivos tributarios, como la reducción del 20% del costo de las matrículas de vehículos eléctricos o, en ciudades muy transitadas, que el parking sea con tarifa cero en espacios públicos.

¿Para el transporte público?

A través de la Corporación Financiera Nacional se está desarrollando un plan de movilidad. Algunos de los servicios de transporte publico están tercerizados, entonces lo que se quiere es implementar mecanismos de financiamiento a baja tasa de interés prorrateado, ejemplo a 15 años, para que puedan migrar a electromovilidad.

¿Es posible subsidiar la energía para competir con la gasolina?

La agencia de control y regulación de la electricidad realizó una tarifa de consumo para vehículos eléctricos. El costo en kWh va desde los 5 centavos dólar a los 10 centavos. Varía según el horario en que conecte para cargar. A nivel regional el promedio es de 12 centavos de dólar el kWh en residencial.

Tenemos una matriz energética basada en renovables donde los costos no son elevados, son competitivos. Si carga su coche de lunes a domingo entre las 22 y las 08 hs pagaría 5 centavos el kWh.

¿Qué proyectos en torno al transporte público están vigentes?

En Quito desde el 1995 está operativo el trolebús en base a energía eléctrica. Para el 2021 está planificado el sistema de metro subterráneo netamente eléctrico. La ciudad tiene casi 3 millones de habitantes, tratamos de que por lo menos 2 millones se puedan movilizar. Ayudaría a desplazar al transporte masivo a diésel. A su vez está pensado que estos buses lleguen a la periferia con un sistema integrado de movilidad.

Actualmente en la ciudad de Loja, hay un proyecto piloto en donde los taxis utilizan vehículos eléctricos. Son alrededor de 50 autos que están trabajando muy bien.

En Guayaquil hay 20 autobuses BYD importados de China que ya están en ruta abasteciendo a los pasajeros. Está funcionando muy bien porque la recarga alcanza unos 250 km y es más que suficiente para lo que recorre uno de estos coches en un día.

¿Con qué barreras se enfrenta el potencial usuario?

A parte de la pandemia que vino a parar el mundo, la recesión económica y el precio del mercado. Competitivamente no es tan atractivo.

Con 20 mil dólares se puede comprar un auto familiar de 1600 cc que va a servir mucho en la ciudad, pero el equivalente en eléctrico se lo está ofertando a más de 30 mil. Además, la gasolina está subsidiada. La gente prefiere, lógicamente, comprarse un auto donde va a pagar aproximadamente 2 dólares el galón de nafta.

¿Qué necesita el sector para despegar?

El mejor incentivo que se le puede dar es el precio y que se le garantice el suministro de energía. Se podría plantear que el Estado instale tomas de carga rápida en centros comerciales, que ya los tenemos, pero privados.

De igual manera, creo que la manera de posicionar a la movilidad sustentable no tiene que ser desde el punto de vista económico, si no, más bien desde ser promover una conciencia social netamente ambiental.

Estamos en un nuevo paradigma en cuanto a la contaminación y al calentamiento. Todo esto debe servir para hacer un mea culpa con lo que estamos haciendo con nuestra casa, con nuestro planeta que al final es el único lugar que podemos habitar.

Con lo que ocurrió con el covid-19 los indicadores de contaminación se redujeron sustancialmente a nivel mundial en la primera semana de confinamiento de las personas. Es claro cuál está siendo el problema para el planeta y es necesario contribuir con un granito de arena en la movilidad eléctrica que brinda las mismas prestaciones, que no contamina y es solo cuestión de cambiar el hábito.

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