La tecnología de hoy permite aprovechar la energía de los vehículos eléctricos al 100%. En este sentido, no solo hablamos de la energía que utiliza un auto sino también de la que es compartida con un hogar u oficina.
Esta posibilidad se presenta tanto mediante la conexión de un vehículo con el sistema eléctrico doméstico como durante la segunda vida de la batería del auto en cuestión.
Varias empresas ya toman ventaja de estas oportunidades que facilitan los vehículos eléctricos. Una de ellas es Nissan, que ha concentrado sus esfuerzos en conseguir la mayor eficiencia energética posible.
“Uno de los focos que estamos orientados este año a impulsar es cómo un vehículo con baterías es capaz de transportar y compartir energía”, indica Francisco Medina, EV Aftersales Operations Manager de Nissan Chile, durante el especial sobre movilidad eléctrica en Chile organizado por Portal Movilidad.
La idea del vehículo eléctrico como suministrador de energía es desarrollada por Nissan desde el 2019, cuando anunció su cargador V2G (por sus siglas en inglés, Vehicle to Grid), a través del cual el auto se conecta al edificio y entrega parte de su energía.
Ese mismo año en Latinoamérica inauguró junto a Enel X y la Agencia de Sostenibilidad Energética (Agencia SE) la primera red de carga bidireccional en las instalaciones de la organización chilena.
“Permite que la curva de consumo de energía de las oficinas o de una casa eventualmente puede estar reducida porque se podría inyectar energía desde el vehículo eléctrico hacia la casa cuando el costo de energía sube”, explica Medina.
La idea es que el remanente de energía que le queda al vehículo eléctrico, a partir de las seis de la tarde, sea entregado a la red de la casa, mientras que después de las 12 de la noche el vehículo cargue con energía más barata.
Asimismo, esta disponibilidad de energía para el hogar también la permiten las baterías luego de cumplir su vida útil en el auto.
Según Medina, la vida útil automotriz de la batería es garantizada a ocho años con el 80% de disponibilidad de carga. Es decir que, en ocho años, no debiera perder más del 20% de capacidad de carga.
Este tiempo es así considerando los cambios de temperatura y las cargas y descargas frecuentes del vehículo. No obstante, si la condición de consumo cambia a una más estable, como en una casa con temperatura promedio, el tiempo de vida se prolonga a alrededor de 15 años más.
Por consiguiente, con el uso adecuado de la batería, a través de los 30 kW que poseen disponibles, el hogar puede conseguir “una autonomía interesante” durante tres días seguidos y disminuir los gastos, advierte el representante de la firma.