Históricamente, ha existido la creencia de que las nuevas tecnologías representan una amenaza para los puestos laborales, y la movilidad eléctrica no escapa a este escenario.

Sin embargo, la realidad ha demostrado que estas transiciones no solo generan nuevos empleos en la industria emergente, sino que también impulsan la innovación y la diversificación laboral.

En línea con ello, Uruguay está implementando iniciativas que respaldan esta teoría, enfocadas en potenciar puestos de trabajo en el campo de la movilidad eléctrica.

La formación técnica adquiere un rol central en este contexto, ya que abre la puerta a la creación de nuevos empleos y la reconversión de antiguos roles hacia áreas más especializadas. 

En consecuencia, Mobility Portal Latinoamérica dialogó con Mario Pereira, asesor de la Dirección de Planificación y Coordinación Estratégica de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), quien asegura: «Se está trabajando para lograr la creación de nuevas oportunidades de trabajo y en la reconversión de puestos laborales a otros nuevos».

Y agrega: «Hay muchas oportunidades en cuanto al ecosistema de la movilidad eléctrica, que no tiene sólo que ver con los vehículos eléctricos, sino que se relaciona con lo que rodea a los mismos».

El acuerdo involucra al Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP) y la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana (AHK).

En consonancia con esta visión, el pasado 3 de mayo se firmó un acuerdo centrado en el desarrollo de perfiles ocupacionales en electromovilidad, en el cual la UTU, entre otras entidades relevantes del sector, participó activamente.

El mismo se llevó a cabo con el objetivo de fomentar una mayor interacción con el sector empresarial y productivo, con el fin de definir la formación necesaria para los técnicos que se encuentran capacitándose y garantizar empleos y una rápida inserción laboral. 

Además, se impulsará a que los egresados inicien emprendimientos propios en el ámbito de la electromovilidad.

¿Cuáles son los empleos que posibilita la movilidad eléctrica?

Vale recordar que los perfiles ocupacionales en electromovilidad abarcan desde empleos que se encarguen de la gestión de la energía hasta el mantenimiento de vehículos eléctricos. 

Por ejemplo, según comenta el asesor de UTU, se necesitan gestores de baterías, instaladores y mantenedores de puntos de carga.

También, se requiere formación técnica específica en áreas como la instalación eléctrica de baja y alta tensión, lo que brinda oportunidades de empleo para electricistas.

Por otro lado, los ingenieros eléctricos también desempeñan un papel clave en el desarrollo y la implementación de sistemas de carga inteligentes y eficientes. 

Su formación universitaria los prepara para liderar proyectos de infraestructura eléctrica y coordinar equipos de trabajo en este ámbito. 

Asimismo, el sector de la movilidad eléctrica crea oportunidades de empleo en la gestión de flotas de vehículos, donde se necesitan técnicos para coordinar la instalación y mantenimiento de cargadores, así como para adaptar las infraestructuras existentes a las necesidades de carga del transporte eléctrico.

El mantenimiento de unidades eléctricas también representa una fuente importante de empleo, con especialistas dedicados a la reparación y el mantenimiento de flotas de transporte público, camiones y vehículos de menor tamaño, como motos eléctricas y monopatines.

Del mismo modo, se requiere capacitación específica en seguridad para bomberos, paramédicos y personal de emergencia, que deben estar preparados para intervenir en situaciones que involucren este tipo de vehículos.

¿Cuál es el principal desafío para impulsar empleos en el rubro de la movilidad eléctrica?

«Vemos que hay una deficiencia en cuanto a la cantidad de estudiantes que pueden ingresar a la formación técnicas», afirma Mario Pereira.

En este contexto, que afecta tanto a Uruguay como a toda la región, se necesitan más docentes. Y otro problema es que a nivel cultural hay pocos matemáticos.

No obstante, los estudiantes no ingresan a este tipo de formación, sino que buscan capacitarse en otra área, menos técnica y más humanística, según detalla el asesor de UTU.