Alicia Bárcena, actual secretaria de Relaciones Exteriores de México, expuso sobre las oportunidades que ofrece el país para el desarrollo de la electromovilidad durante el encuentro entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE).

“Esta mañana se han discutido temas muy importantes la transición energética, las materias primas críticas y la electromovilidad”, indica la funcionaria en Bruselas.

Alicia Bárcena, canciller mexicana, exponiendo ante dirigentes de CELAC y UE sobre oportunidades en electromovilidad.

Respecto de la movilidad eléctrica, indica que es necesario profundizar en el sector y sobre todo en la obtención de materias primas críticas.

“Las empresas europeas en América Latina y el Caribe en materia automotriz son de gran importancia. Necesitamos ahora transitar hacia la electromovilidad con fuerza”, asegura Bárcena frente a representantes de los Estados parte.

Y suma: “Eso nos tiene que abrir la oportunidad también a la digitalización sin la cual no vamos a poder avanzar. No solo empresarial sino social, queremos llegar a todos las comunidades para cerrar las grandes brechas”.

En ese sentido, aporta una visión sociopolítica de la situación, expresando que este proceso debe llevar a “la creación de empleo decente y con derechos”.

“Es la clave y la llave maestra para salir de la desigualdad y la pobreza”, argumenta la canciller.

Para ello, manifiesta que es necesario que Europa aporte transferencia de tecnología. Particularmente el país ha transitado esta necesidad, por ejemplo, con el litio.

A pesar de su nacionalización, el mineral requiere la aportación de tecnología por parte de inversores privados para poder fortalecer la cadena de valor de electromovilidad en México.

Respecto de los minerales y los recursos naturales, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fue contundente.

“Para nuestra región no es viable ni es aceptable que seamos sólo una cantera de recursos naturales condenada al extractivismo y a la provisión de alimentos baratos con trabajos de baja calificación”, asevera la funcionaria.

Y apunta: “Esto no es aceptable, no es plausible mantener un modelo que concentre la riqueza y el conocimiento”.

Leer más: «Electromovilidad para Latinoamérica: Entre la oportunidad económica y el impacto ambiental». 

Cabe destacar que muchos de los países intervinientes se enfrentan a metas climáticas ambiciosas. Este es el caso de México, que en la COP27 aumentó en un 35% (escenario BAU)  el compromiso de reducción de emisiones hacia 2030.

En ese sentido, desde el Estado se hace hincapié en la necesidad de que los países de la UE no sólo aporten financiamiento, sino también otros instrumentos como garantías y seguros.

Proyectos de electromovilidad que México propone a la UE

Previo a la realización de esta cumbre, funcionarios de la cancillería presentaron nuevamente el Plan Sonora ante empresarios europeos.

Esta iniciativa condensa la producción de 5 GW de energía eléctrica a través de su planta fotovoltaica, al mismo tiempo que condensa la extracción de litio y la industria de la electromovilidad.

En esa misma orientación, la canciller sostuvo que este es uno de los proyectos que podrían incluir la participación interregional.

“Hay un compromiso. Dentro de ello tenemos hacia adelante algunos proyectos prioritarios como el Plan Sonora, que será el gran centro de energías renovables”, comparte la canciller.

Y agrega. “También el corredor interoceánico que conectará el atlántico con el pacífico a través de una red de parques industriales muy importantes”.

Esta inversión en infraestructura impulsada por el Estado Nacional incluye a la industria de la movilidad eléctrica para receptar incentivos fiscales y no fiscales en la instalación en sus diez polos industriales de este a oeste.

A su vez, expresa que existen “inversiones novedosas en electromovilidad”, que aprovechan la presencia de grandes empresas europeas que están funcionando en la región.

“Por supuesto estamos trabajando en fomentar los encadenamientos productivos. México está en una gran oportunidad”, concluye la canciller.

Por otra parte, diagnostica una dificultad para llegar a las metas ambientales del 2030 si no se profundizan las relaciones de las dos regiones.

A su vez, introduce un elemento de interés para la UE: la disputa con China.

En ese sentido, explica que el comercio entre la UE y Latinoamérica y Caribe aumentó un 65%. De 176 mil millones de euros a 291 mil millones en 2022.

“Estamos hablando de un crecimiento muy importante. Si bien la relación comercial entre nuestras dos regiones se duplicó, la relación comercial con China y nuestra región se multiplicó por 20 veces en el mismo período”, enfatizó la canciller.

Cabe aclarar que desde la UE tienen en mente disputar a Estados Unidos y China en el plano geopolítico alrededor de la transición energética y la descarbonización.