Ante su escasa experiencia en el segmento de la electromovilidad, a diferencia de los países europeos, México trabaja en una mesa de diálogo estratégica coordinada con autoridades alemanas donde se debaten cuáles son los estándares y las normas más óptimas para lograr una infraestructura de calidad.
Este intercambio se establece luego de la publicación de la Ley de Infraestructura de la Calidad en el 2019 y a partir de la cual se apunta a que el mercado ofrezca los mejores productos a los ciudadanos en base a una serie de condiciones mínimas a cumplir.
“Necesitamos un marco regulatorio y de estándares robustos con el fin de que pueda haber igualdad de circunstancias en el mercado mexicano”, advierte Miriam Josefina Lozano Soto, asesora técnica en el Proyecto Global Infraestructura de la Calidad (GPQI).
Y agrega en el webinar “Dibujo del ecosistema de la normalización e Infraestructura de la Calidad en electromovilidad”: “Esta alineación a nivel internacional es crucial. La idea del diálogo mexicano-alemán busca que se pueda facilitar el comercio y puedan abrirse oportunidades de mercado interno en México y hacia el exterior”.
En ese sentido, Lozano Soto explica que los estándares técnicos “promueven la innovación para que las empresas generen sus productos, pero cuidando las características de seguridad y calidad y permitiendo que los usuarios confíen en que los vehículos o componentes que están adquiriendo ofrezcan lo que pagan por ellos”.
Teniendo esto en mente, hoy se analizan cuáles serán estas condiciones comunes y mínimas que se deberán cumplir en lo que refiere a infraestructura de carga y baterías, transporte público, vehículos ligeros y micromovilidad.
¿Qué opinan los expertos sobre la estandarización de los cargadores?
“Las normas actuales relacionadas a la carga de vehículos eléctricos no mencionan mucho la calidad de la energía y dado el continuo incremento de los vehículos eléctricos en la red este aspecto no puede ignorarse”, señala Miguel Ángel Zapata Azarcoya, coordinador de grupo de equipos eléctricos para la recarga de vehículos en el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL).
Luego, propone: “Son numerosos los tipos de conectores que existen y que dependen de la marca específica del vehículo eléctrico en este tema. Es conveniente en México desarrollar esfuerzos para uniformizar el uso único de un tipo de conector como el J1772”.
“Con el avance de la tecnología, los equipos de recarga en corriente directa deberán verse como simples cargas en la red para desarrollar el papel de recurso energético distribuido donde el apoyo a la red eléctrica, mediante funciones avanzadas, puede constituir una oportunidad de negocio y de participación en el concepto de la red eléctrica inteligente”, cierra.