En plena crisis energética provocada por los precios de la luz, lo poco que se salva de los planes aprobados por el Gobierno es la aprobación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que apuesta por el impulso del hidrógeno verde dentro del plan global de las energías renovables.
Su aprobación el pasado 14 de diciembre ha recibido el respaldo de todo el sector gracias a las subvenciones que recibirá de los fondos europeos.
Eléctricas, petroleras y gasistas han bendecido de entrada la iniciativa. Los conflictos, en cambio, pueden llegar a la hora del reparto del dinero que venga de Bruselas.
El presidente Pedro Sánchez y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, han visto como todo el sector energético se ha volcado y ha bendecido la iniciativa de lograr que España aporte al menos el 10% del hidrógeno renovable que la Comisión Europea prevé en su hoja de ruta para 2030.
Las compañías quieren aprovechar la entrada de dinero ecológico para sacar adelante proyectos que, sin ayuda pública, muchos de ellos se quedarían en el baúl de los recuerdos. Por ese motivo, se prevé que habrá grandes disputas y movimientos en los despachos para recibir el respaldo del Ejecutivo, de las autonomías, y el visto bueno de Bruselas.
Se movilizarán 16.300 millones
Y es que, nada menos que 16.000 millones de euros se movilizarán para intentar conseguir esos objetivos. De esa cifra, unos 6.900 millones procederán del Estado y Comunidades Autónomas vía fondos europeos y otros 9.400 millones serán inversión privada. Se prevén crear del orden de 280.000 empleos entre directos, indirectos e inducidos.
Dicho plan forma parte de uno de los puntos importantes del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y cuyo objetivo esencial es lograr que el 74% del mix energético sea de origen renovable. Además de la fotovoltaica y la eólica, la termosolar, la biomasa, la eólica marina y el hidrógeno verde jugarán un papel muy relevante.
Una oportunidad decisiva
En palabras de Carlos Solé, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG, el PERTE es “una oportunidad decisiva para aprovechar los fondos europeos en la consecución de los objetivos fijados por el PNIEC, además de situar a España en la vanguardia de la transformación del sector energético hacia la descarbonización”.
En un informe que ha elaborado KPMG, se subraya que el hidrógeno verde es una pieza fundamental para alcanzar los objetivos de renovables. De entrada, España pretende conseguir una potencia instalada de hidrógeno verde de 4 gigavatios de aquí a 2030. Las tres grandes eléctricas -Iberdrola, Endesa y Naturgy-, así como las petroleras Repsol y Cepsa, la gasista Enagás y Acciona, han anunciado ambiciosos proyectos con hidrógeno verde y fuertes inversiones y alianzas con otras compañías.
El responsable de energía de KPM señala que, “si no se consigue avanzar en el almacenamiento de la energía o en las interconexiones internacionales, será complicado alcanzar la cifra del 74%, por lo que este PERTE plantea una oportunidad relevante para un sector que está despertando muchísimo interés”, comenta.
Proyectos y despachos
Las propias empresas energéticas han emprendido una veloz carrera por presentar proyectos, con el objetivo de recibir el máximo de ayudas de los fondos europeos. La disyuntiva estará en quienes se llevarán parte de ese dinero y quienes recibirán las simples migajas. La ministra Ribera ha reconocido que, al menos un 30% de los 140.000 millones que recibirá España de los fondos europeos, se destinarán a la transición ecológica. Asimismo, ha señalado que las ayudas se revisarán con lupa, según informó Capital Madrid.
Según subraya en su informe KPMG, el PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA) es el tercero de los grandes proyectos tractores puestos en marcha por el Ejecutivo. Dentro del paquete de inversiones de 16.300 millones de euros que movilizará el PERTE, la cuantía destinada al impulso del hidrógeno verde asciende a 1.555 millones de euros y se prevén movilizar otros 2.800 millones en capital privado.
“El hidrógeno verde es una de las energías renovables más innovadoras que existen en la actualidad y nos estamos posicionando para ser líderes del sector. Hay capacidad e interés para impulsarlo y este PERTE está siendo muy sensible a esta realidad, al destinar más de 1.500 millones de euros en ayudas públicas”, concluye Carlos Solé.