La Comunidad valenciana es una de las que lidera el PERTE para el desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), con la obtención de las ayudas públicas para los tres proyectos presentados: la gigafactoría de baterías en Sagunto, la electrificación de la planta Ford en Almussafes y el proyecto liderado por Faurecia.

Pese a que se anunció la salida de la empresa norteamericana, a causa de los plazos presentados, la propuesta sigue siendo alentadora, hasta para el propio Ximo Puig, presidente de Generalidad.

 “El corazón estratégico de la economía local para los próximos 40 años será nuestra conversión en un polo de movilidad sostenible del sur de Europa, y ya hemos iniciado ese viaje”, sostiene al respecto.

Según supone la autoridad, el territorio ya se ha llegado a ubicarse en “el radar de las grandes empresas de movilidad”. 

De esta manera, respalda las inversiones emitidas de la mano de los proyector tractores.

El Grupo Volkswagen ubicará en Sagunto (Valencia) la primera fábrica de baterías de España, y con ello articulará una ofensiva compuesta por tres coches eléctricos de carácter popular en nuestro país, y atraerán un total de 10.000 millones de euros.

La nueva planta tendrá una superficie de 200 hectáreas y una capacidad de producción energética anual de 40 GWh.

Hasta 2030 la ubicación no comenzará a trabajar a pleno ritmo, pero se prevé que cuando lo haga de empleo de manera directa a más de 3.000 trabajadores. 

Está previsto que esta se sitúe dentro del Parc Sangunt II, entre Sagunto y Puerto Sagunto.

Por su parte, las inversiones para el desarrollo de la electromovilidad en las plantas de Ford tendrán que esperar, pero eso no quita el apoyo español.

Fue esta semana cuando la ministra de Industrias, Reyes Maroto, garantizó nuevamente el respaldo a la planta de Almussafes y adelantó que se podría hablar de un nuevo reparto de fondos más amplio del PERTE.

Todo esto para el presidente de Generalidad demuestra la “importancia de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica como baluartes del éxito en materia de colaboración público-privada”.

El contexto en el que se dan estos anuncios no son cosa menor.

La guerra de Ucrania y el impacto sobre los precios de la energía han irrumpido en un momento en que el Gobierno ya estaba trabajando en acelerar la transformación eléctrica de la industria, precisa el funcionario.

Por un lado, casos cómo el de Ford han sido el ejemplo de quienes se han dado cuenta de que necesitaban más tiempo para afrontar la transición, mientras que SEAT-Volkswagen han encontrado un impulso en todo esto.

Pero algo que ha llegado a reafirmar frente a la crisis climática Ximo Puig es que existe una necesidad de “descarbonizar también la industria que rodea al transporte”.

En el marco del foro ‘El nuevo paradigma de la movilidad en la metrópolis y la industria’, organizado por El Confidencial, explico que esto de debe a que “no vale de nada implantar el vehículo eléctrico si para fabricarlo se continúan emitiendo grandes cantidades de CO2 a la atmósfera”.