Ford ha reprogramado sus inversiones en Valencia y ha decidido renunciar a las subvenciones públicas del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) dirigido de la transformación eléctrica de la industria del automóvil en España.
El fabricante estadounidense acaba de revisar sus previsiones para Europa y ha tenido en cuenta el retraso en sus planes de producción para España, lo que hará que no logre sacar partido a dicha financiación, al declararse incapaz de cumplir los plazos de ejecución.
El PERTE se financia con los fondos europeos del mecanismo de reconstrucción Next Generation y tiene como límite para el desarrollo de los proyectos el año 2026.
Con los fondos del PERTE, la multinacional estadounidense aspiraba a financiar el lanzamiento de un proyecto estratégico de electrificación para la fabricación del vehículo del futuro, eléctrico y conectado, en Ford España y todas las empresas integrantes de su cadena industrial, con la factoría de Almussafes como nodo industrial.
La enseñá de Detroit comunicó en junio su decisión de que la planta valenciana albergase la nueva plataforma eléctrica de fabricación de coches, lo que en principio garantiza la continuidad de la producción frente a la factoría alemana de Saarlouis.
El desistimiento en la ayuda europea abre una ventana de incertidumbre, si bien desde la compañía señalaron que no hay cambios en la elección de Almussafes como futuro centro de producción de coches eléctricos.
También desde la Generalitat valenciana insisten en que se trata solamente de una cuestión de tiempos y que Ford no ha modificado sus planes a largo plazo en Almussafes.
Así se lo ha trasladado la empresa en las últimas semanas.
Juan Ángel Poyatos, director general de Coordinación de la Acción de Gobierno de la Generalitat, aseguró que la apuesta de Ford Almussafes “va más allá de los fondos europeos”. “Es una apuesta estratégica de la compañía. Los planes de inversión no encajan en los plazos y han tenido que desistir. Es una reajuste temporal de inversiones”, señaló.
Poyatos aseguró que el ‘president’ Ximo Puig, ha estado en permanente contacto con Ford y con el Ministerio de Industria durante estos días y que las tres partes han ratificado “sus compromisos para hacer de Almussafes una planta estratégica en el futuro del coche eléctrico de Ford”.
La compañía contaba con 106 millones en ayudas públicas preconcedidas por el Ministerio de Industria sobre una propuesta financiable de 267,7 millones de euros.
El plazo para presentar alegaciones finalizaba ayer sin que hubiera opción de prolongar un calendario que viene marcados desde Bruselas. Ford ya ha comunicado a sus proveedores la decisión.
La renuncia supone aparcar el trabajo realizado en los últimos meses en la cadena de producción.
Está por ver que esos 106 millones de euros puedan ser reabsorbidos en otros programas de ayudas y no terminen por quedar inutilizados.
Pese a la renuncia del dinero del PERTE, Ford ha destacado que refuerza su compromiso con su planta de Valencia, ya que sus operaciones en España siguen siendo una parte fundamental de su estrategia para Europa.
«Agradecemos al gobierno español por su cooperación y esperamos trabajar en colaboración con el gobierno de España y la Generalitat Valenciana para buscar oportunidades de financiación adicionales a medida que avanzamos hacia una gama de vehículos de pasajeros totalmente eléctricos para 2030», recalca la propia compañía.
Desde la Generalitat Valenciana sostienen que Ford confía en Valencia más allá del PERTE y justifican la decisión de la compañía en que se trata de una reprogramación de las inversiones que hace imposible que pueda acceder al Perte.
«Esta decisión es un cambio en sus plazos, no en sus planes, ya que mantiene todos sus compromisos de futuro con Almussafes y tanto la Generalitat como el Gobierno de España mantienen todo el apoyo para esa transformación», sostiene.
Desde la sección sindical de UGT, mayoritaria en el comité de empresa, manifestaron que lo realmente decisivo y fundamental para la asignación de la nueva plataforma eléctrica de Ford, «era que los trabajadores alcanzásemos un acuerdo con la dirección, que asegurase un clima laboral estable y garantizase las inversiones necesarias para acometer esa transformación hacia la electrificación».
«Nos comprometimos en la sede de Ford en Colonia. Es por eso, que hoy cobra más importancia el Acuerdo por la Electrificación alcanzado el 27 de enero entre UGT y la compañía. Por lo que queremos trasladar a la plantilla y al conjunto de la sociedad tranquilidad, ya que no está en cuestión acometer las inversiones que garantizan la construcción de la plataforma eléctrica comprometida en dicho Acuerdo y que garantiza miles de puestos de trabajo en muy buenas condiciones», lanzaron desde el sindicato.