El primer bus eléctrico de la empresa de transporte EMT Valencia fue puesto a prueba en las calles de la ciudad en febrero de 2018.
La experiencia fue un éxito y cinco años después la empresa sigue profundizando su estrategia de electrificación.
¿Cómo era ese primer autobús?
El modelo Irizar i2e, 100% eléctrico, tenía una autonomía que superaba los 200 kilómetros.
Con 12 metros de largo y tres puertas de acceso, tenía capacidad para alojar a 76 pasajeros.
En ese entonces el modelo evitaba la emisión de 800 toneladas de carbono a lo largo de toda su vida útil en comparación con un autobús convencional.
A la adquisición y puesta en marcha del Irizar i2e se sumó una flota de 14 buses híbridos articulados para la ciudad.
Hasta ese momento todos los buses de la EMT Valencia funcionaban con gasoil.
En una entrevista exclusiva con Portal Movilidad España, Josep Chiner, el director de Movilidad en EMT Valencia comparte algunos recuerdos sobre la época.
La misma se dio en el marco de la cuarta edición de la sección «Ping Pong Movilidad», un ciclo de entrevistas de este medio caracterizado por el dinamismo de las preguntas.
Según relata Chiner, el modelo de Irizar era estéticamente disruptivo en relación a los buses que circulaban en aquel entonces y captaba la atención de los ciudadanos.
“Resultaba muy atractivo y de hecho cuando se pusieron en prueba en la ciudad todo el mundo quería hacerse una foto con él”, recordó el ejecutivo.
Cabe destacar que al poco tiempo que se sumó el primer bus totalmente eléctrico a la ciudad valenciana, llegó el segundo.
Se trató del modelo BYD K9UB, con una autonomía aproximada de 250 kilómetros.
El camino de EMT Valencia
En 2022, con los fondos Next Generation, la compañía estatal compró 22 autobuses eléctricos de la empresa MAN.
Las adquisiciones Man Lion ‘s City 12e fueron incorporadas este año a la flota de EMT Valencia.
El alcalde Ribó junto a Grezzi y García Alemany, gerente de la EMT.
Sus baterías tienen una capacidad de autonomía de 450 kilómetros aproximadamente y un tiempo de recarga de entre 3 y 4 horas.
Actualmente, el 4,5% de los autobuses de la flota de EMT Valencia son eléctricos, el 52% híbridos, el 6,3% a gas, y un 37,2% exclusivamente diésel.
De 2015 a la actualidad la compañía ha comprado 368 autobuses.
Por su parte, el concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento, Giuseppe Grezzi, aseguró que el objetivo es seguir avanzando por el camino de la electrificación.
«Vamos convertir Valencia en una de las primeras ciudades europeas climáticamente neutrales en 2030», declaró.
.Anunció que la línea del centro histórico, la C1, será cien por cien eléctrica.
«Para seguir promoviendo un centro histórico recuperado para las personas y libre de humos contaminantes», argumentó el funcionario.
En el resto de líneas de la EMT la presencia de estos vehículos se irá planificando en función de las necesidades.
La adquisición de estos nuevos vehículos para la EMT supone una inversión total de 10,7 millones de euros: 240.000 euros por cada autobús eléctrico.
Respecto al servicio de la empresa municipal de transporte, cabe destacar que la ciudadanía le otorgó una alta calificación en el último barómetro encargado por el consistorio.
Mediante una encuesta, EMT Valencia obtuvo una valoración de 7,3 puntos, «la mejor que nunca ha obtenido la empresa municipal» afirmaron de la compañía.
El bus eléctrico: una tendencia que crece
Las ventas de buses eléctricos se transforman en tendencia en el mercado de vehículos en Europa.
Según la Asociación Europa de Fabricantes de Vehículos (ACEA) en 2022 el segmento representó un 12,7% de las ventas.
En relación al año anterior aumentaron un 13,7%. A la vez, los buses a diésel redujeron sus ventas en un 7,8%.
Francia, Alemania y Dinamarca son los mercado más grandes en términos de volumen.
Los tres países representan más del 50 % de todos los autobuses eléctricos matriculados en la Unión Europea.
Por el contrario, los autobuses eléctricos híbridos perdieron terreno, con una caída de las ventas del 25,9 % y una reducción de la cuota de mercado del 8,1%.
Esta disminución se debió principalmente a la fuerte caída registrada en Alemania (-25,3%), que por sí sola representa casi la mitad de todos los autobuses eléctricos híbridos matriculados.
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