La Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, en miras a una transición automotriz con energías más limpias, afirma estar detrás de un proyecto de ley que facilite la transformación del sector. 

“Conjuntamente con otras carteras, estamos trabajando fuertemente para pensar este desafío y avanzar concretamente en un proyecto de ley que nos permita desarrollar y estar a la altura de esta situación, dando incentivos concretos para poder lograrlo”, señala Priscila Makari, subsecretaria de Industria. 

Y agrega: “Es un trabajo estipulado que entendemos debe ser realizado en el menor tiempo posible. Argentina cuenta con un sector industrial muy fuerte y no queremos perder esta oportunidad”. 

Según la funcionaria, durante el Primer Encuentro Argentino de Movilidad Sostenible, construir las capacidades necesarias para esta transición es “un desafío”. 

De hecho, previamente, cuando Matias Kulfas presidía el Ministerio de Desarrollo Productivo también se impulsó un proyecto de ley de electromovilidad. 

En octubre del 2021 se dio a conocer el borrador del proyecto, era meramente de carácter productivo, tanto que dejaba por fuera el desarrollo de infraestructura de carga, electrificación del transporte público y micromovilidad, entre otros ejes transversales.

Sin embargo, el proyecto de ley nunca fue discutido, de hecho, perdió estado parlamentario, lo que demuestra las pujas existentes, tantos internas como de empresarios.

En ese sentido, la Secretaría toma ahora la posta para llevar adelante este cambio hacia un sector automotriz moderno y sincronizado con lo que sucede en el resto del mundo, donde la electromovilidad es una realidad. 

“En determinados segmentos, como mercados internos en los ámbitos urbanos, se puede pensar más en electromovilidad”, indica Makari.

Luego, advierte: “Muchas de las partes de la industria eléctrica no son las mismas que componen un auto a combustión. Aún estamos pensando cómo desarrollar eso”. 

En Argentina, el 96,8% de la oferta de estos vehículos cero emisiones son importados, mientras que el 3,2% restante se comenzó a fabricar de manera local, durante 2022, en su gran mayoría por la marca Coradir.

Cabe resaltar que el principal proveedor de este tipo de vehículos es Brasil, ya que Toyota tomó la decisión de producir sus modelos Corolla y Corolla Cross híbridos en su planta de Indaiatuba, São Paulo. Éstos se importan a la Argentina a arancel 0%.

«Tenemos una industria autopartista muy potente, tenemos que estar a la altura de generar estas nuevas piezas que van a ser necesarias para esta transición y también plataformas, terminales automotrices y de motos que podrían hacerlo», sostiene Makari.

Luego, analiza: «Tenemos que empezar a pensar en plataformas que abastezcan a nuestro mercado interno, pero que puedan avanzar fuertemente a mercados internacionales para poder llegar a gran escala y a la competitividad que hace falta para el desarrollo de estos segmentos».

A su vez, otro factor clave en boga es el del litio, recurso fundamental para el desarrollo de baterías de vehículos eléctricos y del cual Argentina ostenta, junto a otros países limítrofes como Bolivia y Chile. 

“También debemos pensar en la industrialización del litio, es un recurso muy importante para esta transición energética. Nosotros tenemos buena cantidad y calidad. Cómo industrializamos este litio es otro desafío que tenemos como país”, concluye.