Las Secretarías de Asuntos Estratégicos, Energía y Cambio Climático encabezaron el acto donde se presentó la Estrategia Nacional de Hidrógeno, una hoja de ruta para la industrialización del energético como vector productivo en la transición.

Según el documento presentado, la electromovilidad está contemplada, aunque no ocupa un lugar de prioridad todavía. 

En ese sentido, la estrategia explica que la existencia de un mercado local maduro es una de las fortalezas que exhibe la Argentina para impulsar la economía del hidrógeno de bajas emisiones.

Este mercado doméstico favorece el avance de prototipos y la producción en pequeña escala.

La trayectoria productiva junto con sus proveedores locales y los polos científicos y tecnológicos posicionan al país para: participar en los diferentes segmentos de la cadena de valor de hidrógeno, adoptar el hidrógeno de bajas emisiones en usos actuales y nuevos usos y crear tempranamente este nuevo mercado.

“En el corto plazo, la producción de combustibles sintéticos como metanol, combustible sustentable de aviación y aceite vegetal hidrogenado demandará hidrógeno de bajas emisiones para descarbonizar el sector transporte marítimo y aeronáutico”, señala la estrategia.

Y agrega: “También, pero en menor medida, se aplicará a la electromovilidad, principalmente en vehículos pesados que utilizan celdas de combustible alimentadas con hidrógeno”. 

De hecho, entre las acciones para crear y fortalecer el mercado interno, se considera:

“Generar proyectos demostrativos sobre utilización de hidrógeno de bajas emisiones en procesos industriales domésticos y en el transporte”. 

Durante la presentación, Mercedes Marcó del Pont, secretaria de Asuntos Estratégicos, expresó: 

“Desarrollar sectores estratégicos como la economía del hidrógeno y todos sus eslabones requiere políticas públicas activas. Debemos aprovechar las capacidades industriales y tecnológicas del país para torcer el curso natural que limita nuestro rol a de exportadores y promover la industrialización”. 

Por su parte, Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, afirmó: 

“Tenemos una oportunidad histórica. Celebramos el trabajo articulado entre el sector público y privado para pensar juntos un plan de desarrollo. El crecimiento futuro va a venir de la mano de la transformación de la matriz energética”. 

Vale recordar que, el año pasado, la provincia lanzó también su Plan Estratégico Provincial para el Desarrollo del Hidrógeno.

Este implica un estudio integral para la determinación de viabilidad de proyectos de inversión para la producción y comercialización de hidrógeno azul y verde, y de sus derivados. 

Durante la cobertura del evento, Portal Movilidad dialogó con el gobernador sobre la posibilidad de abrir puertas a un transporte cero emisiones. 

“Justo el lunes estuvimos conversando con algunas empresas tecnológicas locales para poder desarrollar la electromovilidad en Tierra del Fuego, con la capacidad tecnológica instalada”, adelantó la autoridad.

Y añadió: “Ya firmamos un convenio entre la provincia y la cámara de autopartes. Hay mucho interés para poder avanzar con esto en el corto plazo”.

¿Qué es la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno?

Se trata de una herramienta de política pública que traza líneas de acción y metas a largo plazo para generar certidumbre en torno al sendero de desarrollo de la economía del hidrógeno de bajas emisiones, un vector clave de energías limpias y como insumo para la industria.

Establece los lineamientos para industrializar el hidrógeno de bajas emisiones en la Argentina, a partir de la integración de los recursos naturales y las capacidades industriales, científicas y tecnológicas.

Fija metas y acciones específicas de cara a 2030 y a 2050 en materia de consolidación de los mercados interno y de exportación; el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías para la fabricación de bienes de capital con proveedores locales; la formación y capacitación de profesionales con nuevos perfiles; y la generación de empleos directa e indirectamente relacionados con el hidrógeno.

Asimismo, establece objetivos para posicionar a la Argentina como un proveedor seguro de hidrógeno y sus derivados.

A 2050, se proyecta para la Argentina una producción doméstica de al menos 5 millones de toneladas anuales de hidrógeno de bajas emisiones, destinadas en un 80 por ciento al mercado de exportación.