EMT Madrid cuenta con una flota de más de 1.800 autobuses a gas natural y 180 autobuses eléctricos; cifra que pretenden ampliar a 330 para finales de año. 

A su vez, están ejecutando la primera hidrogenera de Madrid con diez autobuses a hidrógeno modelo H2.City Gold. 

La novedad, sin embargo, son los anuncios sobre el futuro del biometano.

Alberto Alonso, el director Financiero y de Estrategia de EMT Madrid, declara que en el marco del plan estratégico 2021- 2025 la compañía va a ampliar significativamente el consumo de biometano. 

“Es una línea de negocio escalable y una solución a presente y futuro para descarbonizar la flota de gas natural”, manifesta el profesional.

El responsable del ente relata que la compra de biometano comenzó el año pasado, al mismo tiempo que iniciaron a comercializar gas natural. 

“Estamos dispuestos a comprar más biometano e, incluso, a explorar nuevas fuentes de generación”, destaca Alonso.

“El biometano contribuye decisivamente a la descarbonización del transporte urbano. Es renovable, se puede almacenar y es perfectamente utilizable en los buses actuales”, remarca el director financiero. 

El biometano como oportunidad 

Gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid, único accionista del EMT Madrid, y Axpo, la empresa especializada en trading de gas, se logró adquirir 6 gigas de biometano al año, a partir de la planta de residuos sólidos urbanos del Parque Tecnológico de Valdemingómez. 

“Estamos a disposición de llegar a acuerdos para comprar biometano a partir de la producción de las instalaciones que se van construyendo en España”, declara el director, en relación al interés de la compañía por generar acuerdos más allá de la capacidad de Valdemingómez.

“Hay una apuesta clara por el biometano en nuestra empresa” sostiene, y remata: “Estamos dispuestos a comprar más”.

EMT también es eléctrica 

La empresa pública se encuentra en la etapa final del diseño de dos centros de operaciones que entrarán en ejecución en 2024 y están destinados a más de 800 buses eléctricos. 

Se trata de un proyecto en Carabanchel, donde Madrid tendrá la mayor estación de carga de Europa con más de 250 puntos. Estructurado en cuatro fases, actualmente dispone de 52 puntos de carga por pantógrafo invertido y 95 puntos de carga por cable.

Para diciembre de 2024, se prevé que el total de puntos de recarga sea de 329 manteniendo la tendencia en tecnología: 234 pantógrafos y 95 cargadores.

Con esta inversión en infraestructura, que asciende a más de 5,5 millones de euros, la EMT y el Ayuntamiento garantizan proveer de energía a los vehículos eléctricos que están integrándose en la flota municipal.

Alberto Alonso afirma que el éxito de la colaboración público-privada refleja el espíritu del plan estratégico de la compañía, que aboga por la descarbonización y la adopción de un modelo energéticamente sostenible.