Con el 98% de las mesas escrutadas, el líder de izquierda, Gustavo Petro, el favorito de las encuestas, obtuvo un 40% de los votos en las elecciones presidenciales del domingo.
Por su parte, Rodolfo Hernández se coló en la segunda vuelta con un 28% y se impuso ante el candidato de la derecha, Fico Gutiérrez, que recibió solo el 23,7%. El país se prepara ahora para la próxima vuelta.
De esta manera, el 19 de junio se definirá quién será el sucesor de Iván Duque, cuya gestión ha establecido metas destacadas en movilidad eléctrica, dando pasos importantes en la materia.
Entre estos últimos, se encuentra la transición de la flota oficial hacia una eléctrica, el impulso de los taxis eléctricos, las tarifas diferenciales y, junto al desarrollo de las energías renovables, el estímulo del hidrógeno verde pensado para el transporte pesado.
Considerando que, además, la nación cuenta con un plan para la electromovilidad a largo plazo, el nuevo mandatario no podrá desentenderse de esta industria. De hecho, los candidatos no se han olvidado de incluirla en sus respectivas agendas.
¿Qué propone Hernández?
El representante de la LIGA de Gobernantes Anticorrupción, Rodolfo Hernández, plantea bonos verdes que encaucen el capital recaudado solo para financiar proyectos relacionados con la sostenibilidad, como transporte limpio, y que produzcan un efecto positivo en las tareas frente al cambio climático.
Además, asegura que una ciudad capital debe tener solucionado el tema de la movilidad de forma sustentable, sostenible y adecuada a su contexto económico. Sus medios de transportes deben acogerse a condiciones amigables con el medio ambiente, por eso es necesario renovar el parque automotor, con la tendencia a llegar a un 100% de vehículos eléctricos.
Sin embargo, también propone estimular el uso del gas natural vehicular, GNV, en los sistemas de transporte masivo, así como en todos los medios de movilidad urbana.
¿Qué propone Petro?
Según su programa, se garantizará el incremento de la eficiencia energética, mediante el impulso a la reconversión tecnológica y los sistemas de gestión de la energía en los procesos productivos e industriales y en los medios de transporte, con el fin de sustituir los combustibles de origen fósil.
En ese sentido, se reemplazará el parque automotor público y se incentivará el uso de vehículos eléctricos y las estaciones de recarga.
Se impulsarán en todo el país sistemas públicos de movilidad con energías limpias y tarifas al alcance de la gente.
En transporte público se implementarán proyectos de metro, trenes interurbanos, trenes regionales, buses y taxis eléctricos, sistemas inteligentes de transporte, así como promoción y ampliación de las alternativas de movilidad activa, como medios de micromovilidad.
Se buscará que el país transite hacia una matriz energética diversificada, basada en las potencialidades de energías renovables.
También, se estimulará la implementación de proyectos de hidrógeno a pequeña, mediana y gran escala.
Se establecerán las posibilidades para una industria productora de vehículos eléctricos y se posibilitará la exportación de energía mediante el uso de las tecnologías e hidrógeno verde.
En relación con la tributación urbana, se asume el propósito de que los Gobiernos de las ciudades adopten tributos como los cargos por congestión y distintos tipos de tasas de impacto para mejorar la capacidad fiscal e introducir progresiva y sostenidamente el transporte eléctrico.