Ya se están fijando todas las miradas en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se realizará en poco menos de un mes. En electromovilidad, en todos los segmentos, el financiamiento sigue siendo una de las principales barreras.
Por tal motivo, Aidée Olmos, Head of Corporate Sustainability México & Latinoamérica en HSBC, sostiene: “Necesitamos más compromisos y nos solo de un sector en particular. Los bancos tienen mucha presión porque son quienes financian, si hay que costear grandes infraestructuras como puede ser un parque solar o la compra de una flota de transporte, se requiere un espacio donde se tomen decisiones”.
“Pero fundamentalmente necesitamos fechas y planes claros de cada país para alcanzar las cero emisiones netas”, indica a Portal Movilidad.
En el caso de HSBC las “finanzas sostenibles” están disponibles para tres líneas de productos: banca corporativa global, empresarial y personas físicas.
No obstante, afirma: “Al sector financiero de Latinoamérica le falta alinearse para determinar qué es “verde” y qué no. Además, que los gobiernos se autoimpongan metas para alcanzar la carbono neutralidad porque que no se impulse como política de Estado o que no se les exija a las empresas hace más difícil la transición”.
“Aunque los países hayan firmado el Acuerdo de París, los sectores tienen que tomar medidas. Las empresas tienen que saber que en su banca, cualquiera sea, va a encontrar apoyo financiero para la incorporación de vehículos eléctricos”, agrega.
Esta banca en México tiene a disposición el Crédito Inmediauto Verde dirigido a la compra de vehículos híbridos y eléctricos. Con una tasa de interés fija anual única de 9.90% durante la vida del crédito, enganche desde 10% para autos nuevos y 20% para autos seminuevos y antigüedad del auto para seminuevos hasta 8 años.
De igual manera, las líneas de créditos verdes son directos a corto, mediano y largo lazo en moneda local y dólares en todos los países de Latinoamérica.
Siguiendo esa línea, la ejecutiva de HSBC ejemplifica: “En México y Uruguay los gobiernos se están preocupando por electrificar el transporte público poniendo en marcha muchas iniciativas y eso es determinante para que nosotros veamos un impacto en otros segmentos”.
Vale mencionar que en esos países durante tres años se evaluaron proyectos con vehículos eléctricos e híbridos, pero finalmente no prosperaron.
“Tuvimos mucha demanda y aprendimos a ser proactivos, a no esperar que el cliente venga con un proyecto sino llevárselos a ellos”, comenta continuado de un “hay muchas ganas, aunque todo tiene que ver con los presupuestos gubernamentales”.
Por eso mismo, el sector automotriz no queda de lado en las conversaciones de la banca internacional, ya que la región tiene una gran producción con Argentina, México y Brasil.
“Nos estamos acercando a los gremios automotrices para ver cómo podemos ayudar a financiar la incorporación de vehículos eléctricos, puede ser en las concesionarias para la venta o “plan piso” con multinacionales”, refiere Olmos.