Ejecutivos de grandes empresas fabricantes de buses eléctricos participaron del webinar organizado por Portal Movilidad para abordar las perspectivas de este sector en Latinoamérica.
Frente a la consulta de Gastón Fenés, director del portal, respecto a las medidas que deberían aplicar los gobiernos para lograr la aceleración de la electromovilidad en la región, los directivos plantearon dos ejes: modernizar legislaciones y reducir la carga impositiva.
Como representante de Chile, estuvo presente Tamara Berríos, Country Manager de BYD. A modo de introducción planteó positivo cualquier beneficio que impacte en la inversión inicial, ya sea en términos de rebajas de impuestos o arancelarias.
A su turno, refirió: “La electromovilidad es más cara a nivel de inversión, pero todavía no existe una herramienta a nivel regional que permita que te beneficien por no emitir.»
Sigiendo la idea planteó que «el vehículo 100% eléctrico no emite gases, entonces una compensación por reducción de emisión es una vía que hemos conversado considerando su impacto directo en salud”.
Como segundo punto, la Berríos mencionó la importancia de la planificación de los Estados: “El camino que se debería tomar a nivel mundial es la obligatoriedad del cambio tecnológico hacia la electromovilidad”.
En el caso de Chile se espera que el transporte público sea 100% eléctrico para 2040. “Como marca creemos que quizás suceda antes, pero debería ser liderado por las autoridades y es una tendencia que nosotros tenemos que empujar dadas las buenas experiencias en Latinoamérica”, opinó.
En este sentido, la ejecutiva chilena remató: “Ya no caben más dudas que hacia allá hay que ir, a qué velocidad, lo definen los gobiernos”.
Por su parte, Marcelo Barella, director de ventas de Brasil y Venezuela en Higer Bus Brasil, sin necesidad de reflexionar, sintetizó: “Acabar con el impuesto a la importación nos permitiría armar una estructura de ensamblaje en el país”.
En este marco, justificó: “Nos facilitaría mucho traer los kits desde China, ensamblar con partes hechas en Brasil y aprovechar los acuerdos entre los países que tienen libre comercio”.
A modo de cierre, concluyó: “La reducción a cero del impuesto a la importación haría esto más competitivo y solucionaría el problema de la alta inversión que implica armar una flota”.
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El representante y distribuidor de King Long en Perú, Roberto Obradovich, también ubicó sus medidas prioritarias: “Para que el transporte eléctrico urbano se desarrolle más rápido es necesaria la exoneración del IVA para los mismos vehículos, los cargadores y los componentes o repuestos”.
Respecto al rol de las legislaciones, el empresario puso el foco en las licitaciones: “Debería comenzarse a mirar la situación con un ojo más analítico, un poco más de información para darle un puntaje cualitativo a los que se presenten con buses eléctricos”.
Isaac Attie, director de Go Electric Uruguay, consideró indispensable que se establezcan mecanismos financieros para facilitar la incorporación de estas nuevas tecnologías.
Además, agregó que, por parte de las autoridades, se debería establecer un cronograma de incorporación de vehículos eléctricos a las flotas. Comentó el caso de Uruguay: “No tenemos una fecha que estipule que el 100% del transporte debe ser eléctrico».
«Entiendo que se está evaluando ese objetivo, pero ya está definido que vamos hacia el camino del transporte público de cero emisiones”, valoró.