El Banco de Desarrollo de Alemania (KFW) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) iniciaron un proyecto de financiamiento verde destinado a aquellas empresas que busquen renovar sus flotas de vehículos por unidades eléctricas en el territorio ecuatoriano.

“La idea es que cualquier empresa que pueda utilizar en su cadena productiva vehículos pueda acceder a un vehículo eléctrico a través de créditos muchos más bajos otorgados por el banco”, afirma Alejandro Espín, consultor en Energía y Cambio Climático, en diálogo con Portal Movilidad. 

A su vez, esto no solo es beneficioso para las compañías, sino también para los bancos que se encargarán de repartir este financiamiento. 

“Los bancos están aprovechando la oportunidad de tener también financiamiento verde, con el cual tienen mucho más incentivos, ya sean tasas de intereses más bajas o períodos más blandos para extender los pagos”, indica Espín.

Luego, agrega: “Los bancos también están ya preparándose para cambiar su responsabilidad social en no financiar proyectos que exploten mucho los recursos naturales”. 

Dado que el proyecto aún está dando los primeros pasos, por el momento, se está intentando determinar cuál será la demanda por parte de la cartera de clientes para  después sistematizar cómo los bancos van a analizar y calificar ese crédito.

En ese sentido, los tiempos de ejecución aún no están definidos pero, alineados a las metas y compromisos climáticos, se espera que para 2023 estos créditos ya estén funcionando en el país. No obstante, la inestabilidad política y la escasez de planes a largo plazo continuados gestión tras gestión presidencial, dificultan la implementación de este tipo de proyectos. 

“Hay países en vías de desarrollo que tenemos muchos problemas políticos y cambios, y eso hace que haya un detenimiento de todas nuestras metas. Nosotros recién estamos con un nuevo presidente y ha habido cualquier cantidad de cambios. Tenemos un retraso de unos tres años o cuatro años en este tipo de cuestiones”, advierte Espín.

Cabe recordar que en diciembre del año pasado, la CAF y KFW anunciaron que financiarían con 298 millones de dólares programas de salud y energía para impulsar la recuperación en América Latina.  

De dicho monto, 182,5 millones estarían dirigidos a proyectos para la construcción de redes de distribución y transmisión de energía eléctrica que tengan un enfoque climático.

Cómo surge el proyecto

Estas acciones de financiamiento verde se encuentran impulsadas por la Green Climate Fund (GCF), que inyecta fondos a la CAF, mientras que esta última se asocia a un implementador, que es el KFW. 

De esta manera, entre ambos socios contratan una consultoría para desarrollar el sistema o la plataforma que va a servir para desembolsar los fondos para la cual, por el momento, recién se están captando cuáles serán los actores y las demandas que van a necesitar estos clientes.