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viernes 20 de mayo de 2022
¿Cómo migrar una flota de vehículos de combustión a eléctricos? Conoce los secretos
En conversación con Portal Movilidad España, el Director Regional para Iberia de Webfleet Solutions, Heike de la Horra, explica el camino que toman los operadores para realizar la transición.
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Las flotas de diferentes servicios de transporte, como última milla o largas distancias, buscan poder renovar sus flotas para conseguir los objetivos marcados a nivel europeo.

Para el año 2035, los vehículos ligeros dejarán de ser propulsados por energía fósil y deberán pasar a las alternativas como la eléctrica o el hidrógeno.

Pero, ¿cómo se realiza este proceso? Heike de la Horra, Director Regional para Iberia de Webfleet Solutions, da respuestas en conversación con Portal Movilidad España.

“Hay que estudiar la situación de la flota de la empresa y realizar una planificación exhaustiva donde se contemplen todas las necesidades que van a surgir en el momento de incorporar vehículos eléctricos”, marca.

Webfleet Solutions ofrece a los gestores de flotas información sobre sus vehículos híbridos y eléctricos, incluyendo información en tiempo real sobre los niveles de batería, el rango de conducción o el tiempo restante para la recarga. 

Esto permite planificar los trabajos según la información de carga de cada vehículo. Todo ello desde una única vista, que engloba tanto los vehículos eléctricos como los de combustión interna, y que muestra la localización en mapa de los puntos de carga más cercanos para los vehículos eléctricos. 

También ofrece información sobre el consumo, estilo de conducción, información de viaje, kilometraje, etc.

“Es necesario examinar los vehículos para ver cuáles pueden sustituirse por eléctricos en función de su kilometraje diario y hay que adaptar las instalaciones de la empresa”, explica de la Horra. 

Esto se tiene en cuenta para luego “colocar puestos de recarga o plantear si estos puestos pueden colocarse en el domicilio de los conductores”.

El Director Regional reconoce que el coste de un vehículo eléctrico es superior al de uno de combustión interna, pero “con las subvenciones actuales y el ahorro de combustible que conlleva, la diferencia se amortiza muy pronto”.

En esta transición que trabaja Webfleet junto a los operadores, es que la  Unión Europea ha fijado nuevas normativas y objetivos por cumplir. Desde el 2035 se dejarán de comercializar vehículos a combustión ligeros.

“Creo que la normativa está acelerando la transición hacia los vehículos eléctricos”, dice de la Horra, y agrega que “se trata de ambicioso plan que contempla acelerar la implantación de medidas que lo permitan”.

La nueva medida significa que a partir de esa fecha, tan sólo podrán adquirirse vehículos eléctricos, dejando fuera a los diésel o gasolina como es obvio, pero también a los híbridos y los impulsados por GLP, por ejemplo.

“En el transporte ligero es donde ha despegado el vehículo eléctrico”, según lo que plantea el directivo fue “motivado en muchas ocasiones por las normativas de zonas de bajas emisiones”.

Las empresas de reparto, así como aquellas que ofrecen servicios de instalación, mantenimiento, etc., “han visto necesario sustituir sus modelos de combustión interna por vehículos eléctricos, ya que les facilitaba el acceso a dichas zonas”, comenta.

Además, de la Horra se muestra positivo en cuanto a la hora de adquirir un nuevo vehículo eléctrico al decir que “cada vez es más sencillo adquirir vehículos eléctricos, ya sea en propiedad como en renting”. 

Argumenta que con las “ayudas como el Plan Moves III, están haciendo que cada vez más empresas incorporen vehículos eléctricos a su flota”.

Caso aparte es el transporte pesado y de largas distancias, donde “hoy no es sencillo encontrar modelos de camiones o autobuses eléctricos que den la autonomía suficiente”, explica el Director Regional de Iberia.

Las investigaciones sobre baterías que brinden más autonomía continúan pero hay otra vía que está abierta y, en ocasiones, parece ser por la que se va a optar: el hidrógeno.

“Es una opción de futuro, ya que permitiría cargas más rápidas y quizá mayor autonomía. Además, no necesitaría tanto espacio para almacenar las baterías, algo que también supone un hándicap para los camiones eléctricos”, sostiene de la Horra.

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