Colombia es el segundo país de Latinoamérica con mayor número de buses eléctricos y ahora también apunta a electrificar sus buses interurbanos. 

Oliverio García Basurto, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (ANDEMOS) adelanta que se está trabajando en un piloto con empresas privadas.

Este proyecto incluye la implementación de un piloto de bus para 19 pasajeros, el cual se espera que esté operativo en las carreteras colombianas en un plazo de seis meses.

Es importante recordar que en Colombia está vigente la Ley 1964, que establece que para el año 2025 se debe alcanzar una cuota mínima del 10% de buses eléctricos en el sistema de transporte masivo, llegando al 100% en un plazo de diez años.

García Basurto enfatiza que si bien la experiencia con los buses eléctricos en el ámbito urbano fue positiva, el desafío cambia considerablemente cuando se trata de buses interurbanos. 

En ese sentido, indica que la falta de experiencia en este campo añade complejidades, especialmente en términos de infraestructura de carga y modelos económicos.

Los trayectos interurbanos no se limitan a rutas cerradas, lo que requiere un análisis detallado de las necesidades de carga en carretera y la disposición de puntos de carga rápida en puntos estratégicos. 

Además, en trayectos más largos, los operadores deberán contar con puntos de carga, tanto en el punto de partida como en el de destino, para garantizar la cobertura durante todo el trayecto.

“Este proyecto es privado, estoy actuando como articulador, ya que el acercamiento fue de manera independiente”, revela a Mobility Portal Latinoamérica.

A pesar de los desafíos, existe un “gran interés” por parte de los operadores de transporte en adoptar estas tecnologías emergentes y trabajar en conjunto con el Gobierno para establecer políticas públicas que faciliten la transición hacia los buses eléctricos interurbanos. 

“Son vehículos que son más costosos. Deben discutirse los planes de financiación, qué beneficios adicionales pueden dar en cuanto a materia tributaria para que los operadores se animen a reemplazar sus flotas en buses eléctricos en trayectos intermunicipales”, explica Garcia Basurto.

En cuanto a la infraestructura de carga, el presidente de ANDEMOS sugiere aprovechar sitios estratégicos como el Parador Rojo en las carreteras nacionales, que podrían servir como ubicaciones ideales para instalar cargadores rápidos y garantizar una carga eficiente y conveniente para los buses interurbanos.

¿El Gobierno está promoviendo la movilidad eléctrica?

En este punto, Oliverio adelanta que el Gobierno de Colombia está trabajando en consultorías para promover el ensamblaje de buses eléctricos, promover la fabricación de taxis eléctricos y desarrollar una industria alrededor de las motos eléctricas.

En relación con la fabricación de taxis eléctricos, la consultoría en curso se centra en la infraestructura de carga, un aspecto crucial para la adopción masiva de estos vehículos. 

Si bien la tecnología de los taxis eléctricos ya está aprobada, García Basurto enfatiza que la gran limitación actual radica en la infraestructura de carga.

Según García Basurto, el costo de los vehículos eléctricos se reducirá con el tiempo a medida que la industria se vuelva más eficiente y aumenten los volúmenes de producción, lo que generará economías de escala y hará que las baterías sean más eficientes y menos costosas.

En 2019, la Ley de Vehículos Eléctricos en Colombia marcó un hito al establecer un plazo de tres años para que todos los municipios especiales implementarán cinco estaciones de carga rápida en condiciones funcionales y, en el caso de Bogotá, 20.

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A cinco años de su sanción y a dos del vencimiento del plazo, Garcia Basurto indica que “no cambió nada” y que esperan que las consultorías aborden dicha problemática a la hora de electrificar la flota de taxis.

Asimismo, indica que frente a estas trabas que existen en electromovilidad, las autoridades gubernamentales tienen que empezar a discutirlas y a tratarlas para que el compromiso “no quede solo en papeles”. 

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