La semana pasada el PSOE y Vox dieron la negativa al proyecto presentado por el Partido Popular para reglamentar ayudas a los usuarios que deseen llevar a cabo un retrofit de coche a base de carburantes a eléctrico.

“Van a salir un montón de noticias de este estilo o propuestas de este calibre, pero realmente van a caer. Hasta que no se termine mayo y acabe este período electoral no hay que darle importancia”, expresa David Alonso, miembro del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia.

En su iniciativa el Partido Popular (PP) propuso introducir una nueva disposición en el decreto ley 29/2021.

La defensa del documento estuvo a cargo de la diputada Elena Castillo.

Por medio del mismo se adoptan medidas urgentes en el ámbito energético para el fomento de la movilidad eléctrica, el autoconsumo y el despliegue de energías renovables.

Mediante esta nueva disposición final, el PP sugiere que para acometer el sistema de “retrofit” se destinen parte de los fondos que España recibe en el marco del Plan de Recuperación.

La votación de la propuesta se llevó a cabo en el pleno del martes 9 de mayo, pero la misma no llegó a buen puerto.

Tanto las fuerzas del Gobierno, cómo los referentes en el congreso de Vox han puesto un freno a la “ley retrofit”.

Igualmente, Alonso marca que también hay fallas en el planteo del PP ya que las ayudas no serían completamente suficientes para un retrofit que a un usuario le comprenderían 20.000 euros -dependiendo del coche-.

La ayuda que se proponía iba hasta los 2.000 euros lo que significa que sigue habiendo 18.000 euros a cargo del usuario, mismo coste de un vehículo eléctrico -de los más económicos-.

“No deja de ser una primera propuesta, sí que es verdad intentan destinar una serie de fondos, que siempre se agradece, pero seguiremos topando con el mismo problema”, afirma el miembro del Colegio de Ingenieros. 

Se refiere a la cantidad de ensayos y de pruebas a la que se debe someter el coche para poder ser legalizado.

El documento del Colegio sobre retrofit

El Colegio de Ingenieros gallego presentó hace un tiempo un documento en donde se analizan los pros y los contra para realizar un retrofit de combustión a eléctrico y llegan a la conclusión que se puede abaratar su precio con el “kit”.

Este, también llamado “conjunto funcional”, sería la opción ideal para que se rebajen los precios que conlleva hoy legalizar un vehículo transformado.

“Es un kit como los que existen para el GLP que se pueda montar en determinados vehículos y mediante un solo proceso puedes legalizar sin hacer un sinfín de ensayos”, expresa Alonso.

Este consiste en una propuesta similar a la planteada a este medio por Certifix.

“Con el conjunto funcional lo que se busca es no hacer ningún ensayo vehículo a vehículo, entonces es viable económicamente”, así contó Tomás Piñeiro Blanco, Gerente de Certifix.

Con el sistema actual para poder obtener un vehículo del retrofit, la normativa obliga a que las baterías tengan que ser testeadas por varias etapas. Esto está basado en la normativa de estándar internacional.

Procedimientos para habilitar un retrofit

En primer lugar se debe ponerla a la máxima potencia e insertar una carga alta. Con un mechero o un sistema quemador, se la debe incinerar y ver el resultado.

Luego de evaluar si surge algún tipo de problema, se procede a la siguiente etapa que consta del mismo proceso de ardido. De no ser así la batería es destruida.

A esta segunda etapa se le suma un sistema de vibración que funciona durante tres horas. Luego de pasado ese tiempo se vuelve a incendiar para saber si esta sigue siendo estable.

Superada esta instancia, la batería pasa a ser probada en el vehículo. Se las debe encender para realizar la prueba de vibraciones dentro del coche y saber que no existe problema. Luego de esta tercera prueba de la batería, sí sería la que se podrá usar.

Una vez que el coche está montado debe ser introducido en una cámara anecoica (sala diseñada para absorber en su totalidad las reflexiones producidas por ondas acústicas o electromagnéticas).

Esto es para determinar sí el vehículo transmite o no ondas electromagnéticas que pudieran dañar a una persona que tuviera, por ejemplo, un marcapasos.

El proceso mencionado debe llevarse a cabo, hoy en día, a cada vehículo que se desea convertir a eléctrico.

De aplicarse una sola vez, el conjunto funcional funcionaría para aplicarlo a una serie de vehículos. Además, el coste de homologación pesaría solo sobre el kit.