Hace unos meses se anunció la puesta en marcha de este proyecto. Ahora ya es oficial y el prototipo diseñado circulará por las calles de San Salvador de Jujuy.
“Todavía no tenemos la escalabilidad de este proyecto para montarlo en masa”, comenta Gabriel Marquez, gerente de abastecimiento y encargado del área de electromovilidad de Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE).
Además, destacó que “está pendiente evaluar el desempeño de esta unidad” según la experiencia del prototipo en el lanzamiento anunciado en la Cumbre de Electromovilidad en Latinoamérica, evento organizado por Mobility Portal Latinoamérica.
Hay que recordar que el objetivo de esta unidad eléctrica es lograr un recorrido diario.
Las raíces de este prototipo se remontan a un acuerdo entre el Gobierno de la provincia de Jujuy, JEMSE y la Universidad Nacional de La Plata.
La idea era que el bus esté en carreteras en febrero y marzo de este año, pero se retrasó para julio y el acontecimiento será en los próximos días.
“Queremos demostrar que esta reconversión es económicamente viable y operativamente confiable. Si esto prosperara, comenzaremos a ofrecer el servicio de retrofit, pero pediremos que sean buses un poco más nuevos y que estén en condiciones porque tuvimos que restaurar varias partes que no tendríamos que haber arreglado”, sostuvo Felipe Albornoz, presidente de JEMSE, hace unos meses.
En esta comparativa realizada, un bus diésel nuevo cuesta entre 150 y 200 mil dólares, uno eléctrico entre 400 y 500 mil, y uno retrofiteado entre 200 y 250 mil.
Asimismo, una característica de este proyecto se basa en los intereses de llevar a la provincia jujeña a una referencia en electromovilidad y litio. Este fue un ideal promulgado por el gobernador Gerardo Morales dentro de la agenda “Jujuy Verde”.
La transición energética no deja de ser un tema de valor en Jujuy y tampoco para JEMSE, que lleva los proyectos en el hombro como el del bus eléctrico.
Pero esta empresa asegura que es necesario un aspecto muy preponderante: “El rol de acompañamiento que esté abierto a las ideas y que le de empuje a las empresas privadas”.
Se trata de una articulación público-privada, ya que “esto no es un incentivo 100% estatal”, según afirma Gabriel Marquez ya que se trabaja codo a codo con empresas privadas.
En la misma perspectiva, en este ideal de proyecto, desde JEMSE apuestan por el valor agregado argentino.
“No hay que importar todo desde China porque creemos que bajo ese esquema de pura importación vamos a tener un problema para introducir la electromovilidad”, declara Marquez.
Además, uno de los caminos propuestos por la empresa es incrementar la demanda a partir de establecer un cupo a las importaciones. Su consecuencia es generar un ecosistema de electromovilidad.
Pero un factor que no hay que dejar de lado es lo que plantea el gerente de abastecimiento de JEMSE: “Para que funcione la electromovilidad en Argentina, es necesario una ley”.
Es de público conocimiento que las leyes en materia de vehículos eléctricos no se encuentran avanzadas a diferencia de otros países de la región. Y la postura de la empresa jujeña demuestra el interés por el sector para un futuro sostenible.
Hacia el futuro sostenible y contribuyendo a la electromovlidad, JEMSE tiene planificado orientar sus tareas hacia una provincia Carbono neutral. Como plazo se establece el año 2050.