¿Dónde se encuentra exhibida hoy en día la placa que Forbes entregó a Germán Agulló? “En la sala de juntas de GDV Mobility, junto a todos los demás premios”, detalla el CEO de Oro.
¿Cuál es la historia detrás de este reconocimiento otorgado por la revista especializada en el ámbito de los negocios y las finanzas que impulsó a este joven de 23 años y a su empresa a convertirse en un “monstruo” del sector?
Esta narrativa comienza en 2022, cuando la publicación lo incluyó en una lista conformada por 30 jóvenes que, próximos a los 30 años, destacan como líderes y profesionales influyentes desde su juventud.
No obstante, y pese a su corta edad, la trayectoria de este CEO data de mucho más atrás.
Proveniente de una familia humilde, a sus 14 años comenzó a trabajar para contribuir a la economía de su hogar.
Por aquel momento, no sobresalía en sus estudios.
“De hecho, he repetido de curso dos veces”, asegura a Mobility Portal España durante el ciclo «Personalidades».
Ante esta situación, comenzó a abrirse camino como ciclista profesional, pero un infarto lo obligó a abandonar su corta carrera.
Lejos de rendirse, el joven Germán optó por limpiar bicicletas en un taller de Alicante y junto al propietario decidieron establecer una marca.
Con la llegada de la pandemia, entre otras circunstancias, la empresa quebró.
Luego de superar la crisis sanitaria, Agulló comenzó a explorar el mundo de los negocios, principalmente con el propósito de saldar la deuda que este emprendimiento le dejó.
«Fue entonces cuando recordé a mi padre y mi abuelo, quienes eran mayoristas en la distribución de toda la vida, y noté la necesidad de digitalizar y transformar todo ese modelo de negocio», relata.
Participando en charlas sobre inteligencia artificial, comienza a distribuir una marca de recambio de bicicletas eléctricas.
Finalmente, como reza el dicho «persevera y triunfarás», este nicho lo condujo a conocer a sus actuales socios, que en ese momento eran sus clientes.
Juntos notaron una necesidad en el sector de vehículos eléctricos: la falta de una fábrica de reparación y reciclaje de baterías en España.
Su “Silicon Valley” fue en un local del barrio de Carolinas en Alicante, donde no contaban ni de luz ni de agua, y el suelo se encontraba en obra.
Apenas tres meses después, la compañía ya era rentable, dando origen a GDV Mobility, actualmente la mayor fábrica de reacondicionamiento de baterías.
Para ilustrar este caso de éxito, en 2022 la startup ha experimentado un incremento de aproximadamente el 15% en su plantilla de empleados, y en el año 2023, un crecimiento del 400%.
En la actualidad, colaboran estrechamente con empresas que cotizan en Nasdaq y recientemente han lanzado una aplicación denominada «My Battery».
Mediante esta, con solo «un clic», se puede acceder a información integral sobre la batería, así como solicitar servicios de reparación de ser necesario.
“Ante cualquier inconveniente, haciendo un clic desde cualquier punto de Europa, nosotros nos encargamos de recoger el equipo, realizar la reparación y devolverlo, o bien, le enviamos un recambio”, detalla.
De esta manera, logra solucionar un problema que previamente demandaba más de un mes en apenas unos días.
La labor de GDV Mobility consiste en optimizar la rentabilidad de las empresas del sector de la movilidad.
¿Qué papel ocupa la frustración en la trayectoria del CEO?
“Todo pasa por algo”, afirma Germán y subraya: “Si me frustro, no gano nada. Lo importante es reconocer el error, aprender de él y seguir adelante”.
¿Cómo es interactuar con empresas grandes?
La contrapregunta sería, “¿por qué no lo podría hacer?”.
Sin dudas, la persistencia se encuentra arraigada en el ADN del cofundador de GDV Mobility.
A pesar de haber llegado muy lejos, el joven de 23 años sigue encontrando desafíos en su camino.
En este caso, recuerda cómo consiguió su primer gran cliente.
Igual que un veinteañero “stalkea” a una persona en las redes sociales, Germán decidió investigar a esta empresa, en primera instancia llamándolos constantemente.
El segundo paso fue tomar un vuelo e instalarse en la cafetería que frecuentaba el cliente, a esperar a que apareciese para lograr que le cuente su problema.
Luego de una mañana entera haciendo guardia, finalmente obtuvo la información que buscaba y compró dos baterías, las cuales desmontó junto a su equipo para investigar la causa del inconveniente.
Una semana más tarde, volvió a reunirse con el cliente, presentando no solo una solución, sino también un informe financiero.
El resto es historia.
La interrogante que surge ahora es: ¿dónde adquirió estos conocimientos?
En lugar de exponer una metodología concreta, Agulló sostiene que su aprendizaje se basa en prueba y error.
“Al final, nadie sabe nada. Si tienes la convicción de que puedes aportar valor, entonces sigue adelante”, enfatiza.
En este marco, las claves fundamentales son la humildad y hacerse respetar.
De cara a un futuro cercano, el CEO aspira continuar creciendo de la mano de GDV Mobility y esta expansión se verá marcada por la apertura de una nueva planta, para la cual ya han asegurado una ronda de financiación.
“Ahora es el momento de crecer y empezar a ser ese monstruo, que no voy a decir nunca que seremos, pero ojalá el tiempo pueda decir que lo hemos sido”, concluye.
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