Así como aumentó el ecommerce por las restricciones de circulación, también lo hizo el tiempo de envío y la presencia de vehículos de última milla en la calle.

Treggo es una plataforma tecnológica que hace cinco años se presenta como una solución para el B2B y ya está operativa en ocho ciudades de Argentina, país de origen, en la capital de Uruguay y Jalisco y DF en México. Además, en junio llegará a Bogotá y al mes siguiente a Porto Alegre, Brasil.

El “modelo Uber” utilizado en toda la región consiste en repartidores independientes inscriptos en la red que reciben una notificación en la app y pueden tomar o no el reparto.

“Hoy en día somos rehenes del servicio de paquetería, el promedio de entrega en Latinoamérica es de cinco días. Es un mercado con muchas oportunidades”, comenta el CEO de Treggo Matías Lonardi a Portal Movilidad.

La firma se posiciona en cuatro servicios: entregas de negocios que se resuelven en 35 minutos; el ecommerce con despacho en el día; logística inversa para realizar devoluciones; Treggo points para retirar en un punto de entrega.

Para seguir reduciendo los tiempos de entrega, hace ya unos meses se está en una etapa de testeos para incorporar drones a la flota de reparto.

Al respecto, explica: “La última milla suele ser el tramo más costoso representando hasta el 50% del total del envío y muchas veces ineficiente. Los vehículos autónomos, en este caso los drones, presentan resultados positivos en la relación costo-eficiencia”.

Las pruebas se están llevando a cabo en Buenos Aires y la principal barrera hallada en toda Latinoamérica es la falta de normativa.

“Para la regulación argentina el dron entraría en la misma categoría que una aeronave, hay que pedir un permiso de vuelo. Es claro que la adaptación llevará un tiempo considerable, como en muchos segmentos la tecnología avanza más rápido que la norma”, sostiene Lonardi.

Es importante destacar que el año pasado Estados Unidos sentó un precedente con la Ley de Drones que permite volar en espacios aéreos no controlados sin autorización alguna, pero con una licencia para el piloto.

Por tanto, agrega que como first mover están identificando las problemáticas y potenciales casos de uso como logística inversa, para zonas con dificultad de acceso por las distancias o por la gran congestión.

En este análisis también impacta la última tendencia observada que es hacia la descentralización de las bodegas, distribuidas en toda la zona de calor para reducir los tramos donde los radios son de cinco kilómetros como máximo.

“Los drones no son vehículos de gran alcance por eso tendría sentido aplicarlos en esos casos. Además, no son costosos para la inversión inicial, la primera compra podría ser de 10 unidades y amortizarlos en cuatro meses”, refiere el CEO de Treggo.

Por otro lado, en este plan de reducción de huella de carbono también se analiza la incorporación de motos y bicicletas eléctricas.

En ese sentido, adelanta: “Resta definir por cuál país comenzaremos de acuerdo a los incentivos y beneficios otorgados por los Gobiernos, en paralelo estamos en conversaciones con proveedores de China”.