El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) empezará a cobrar por la recarga de vehículos eléctricos en sus estaciones a partir del 26 de noviembre. La medida significa un cambio de paradigma en un servicio que ha sido gratuito desde su inicio en Costa Rica.
Desde que empezó a desplegar su red de cargadores en el 2019, el uso de estas estaciones del ICE ha sido sin costo para el usuario, a pesar de que ha significado para la institución una inversión de $2 millones en infraestructura.
Con la medida, el ICE se une a Coopeguanacaste y a la Compañia Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) que ya cobran por esta energía eléctrica, pero el Instituto representa la red más grande del país con 38 cargadores rápidos en su área de concesión en las siete provincias.
El costo será de ¢150 por minuto, al que se le suma el impuesto al valor agregado (IVA). Esta tarifa la estableció la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) mediante una resolución en diciembre del 2020 y aplica para cargadores rápidos de todas las distribuidoras de energía.
El servicio en Costa Rica lo brindan otras cinco empresas según su cobertura geográfica: la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), la Junta Administrativa del Servicio Eléctrico Municipal de Cartago (Jasec), Coopealfaroruiz, Coopesantos y Coopelesca, las cuales siguen brindando la energía de recarga gratuitamente.
Para hacer uso de sus cargadores, el ICE pondrá a disposición una plataforma a la que los usuarios de vehículos eléctricos deben suscribirse.
Desde mediados de octubre el ICE abrió el acceso a ¡Es eléctrico!, la plataforma que permitirá el uso de su red de carga rápida de vehículos eléctricos.
Los usuarios pueden registrarse en el sitio web de la institución. Además, pronto tendrá su versión de aplicación para dispositivos móviles que estará disponible en tiendas iOS y Android.
Las personas también recibirán una nueva tarjeta para el uso de los cargadores. Las anteriores quedarán deshabilitadas desde el 26 de noviembre.
La aplicación permitirá al usuario varias opciones: precisar la distancia entre los cargadores, conocer de previo la disponibilidad de cada cargador, calcular el monto del servicio, ver el historial y detalles de las recargas realizadas en la red de cargadores rápidos, bloquear la tarjeta en caso de extravío y solicitar una nueva o adicionales.
Los medios de pago aceptados son tarjetas de débito o crédito, VISA o MasterCard.
En los próximos meses, paulatinamente, se sumarán al sistema las estaciones de recarga de las demás distribuidoras con el fin de crear una única plataforma en el país.
“En una primera parte –que se anunciará oportunamente– se integrará a la CFNL. Los clientes actuales de la CNFL podrán utilizar el dispositivo que poseen para ambos cargadores (ICE o CNFL); es decir no será necesario que tramiten una nueva en ninguna de las dos empresas”, explicó la gerencia de Electricidad del ICE ante consulta de El Financiero.
Tras cinco años en los que empezó a expandirse la red de cargadores para vehículos eléctricos en Costa Rica, poco a poco los usuarios de estos centros se van despidiendo de la gratuidad.
La tarifa de ¢150 por minuto es promocional, según aseguró a EF a inicios de setiembre Mario Mora, intendente de Energía de Aresep. Este monto debe actualizarse cada dos años, algo que debe ocurrir antes de terminar el 2022.
No solo las distribuidoras tienen la autorización para cobrar por este servicio, sino que también lo pueden hacer los comercios que han colocado sus propios cargadores, aunque no como venta directa de energía.
Cualquier organización pública o privada que quiera colocar cargadores como complemento a su negocio puede hacerlo, pero no puede cobrar por la energía, sino hacerlo igualmente a través de una alianza o crear otro tipo de retribución, como un cobro por el parqueo, por ejemplo.